Pero es cierto, hacen muchas cosas mucho mejor que nosotros. Tngo un buen amigo que me dice que la diferencia no es la educación finesa, es la “sociedad” en si misma. Es cierto. Pero, en mi opinión, ni es menos cierto que hay algunos aspectos transportables a nuestro sistema aué mejorarían considerablemente nuestra educación. Vamos por partes:
- El acceso a la docencia. En Finlandia querer ser docente es estar inmerso en una de las carreras más prestigiosas, pero también más duras. Sólo los mejores entran, empezando por la selección en base a su currículum académico y extraescolar (si, si, habéis leído bien). Además, deben:
- Realizar un examen de ingreso basado en la lectura de unos libros sobre pedagogía.
- Ser observado en simulaciones clínicas de situaciones cinflictivas de aula.
- Entrevistados para explicar, entre otras cosas, el porqué de su interés para ser docentes.
De verdad tengo que señalar las diferencias en cuanto al acceso a la carrera docente? No digo más, pero ya sólo el hecho del tener tan presente la cuestión peagógica es algo que deberíamos copiar directamente. Y eso no tiene coste alguno.
- Para los propios docentes finlandeses, cuyo salario ronda los 41.000$ anuales y está más o menos a mitad de la tabla de salarios en Finlandia (aunque presentan algunas difencia importantes si acceden a pospuestos de responsabilidad) es más importante incluso la percepción social de su labor, el respecto social, la autonomía docente en las escuelas y el conseguir un bien común y social en su sociedad.
Posiblemente si preguntásemos a todos los docentes que trabajan en nuestras escuelas el porqué de su desarrollo profesional en las escuelas e institutos, encontraríamos un pequeño porcentaje de personas que lo hacen por “vocación” pero también aparecerían conceptos como el sueldo, la seguridad en el trabajo, las vacaciones o el horario como temas muy relevantes. Lo curioso es que perseguimos esa misma aceptación social, que en algunos casos se gana con mucho sudor pero que, y perdonadme, es absolutamente falsa en muchos casos y lo digo como docente y como padre, que ve los resultados de la poca seriedad, profesionalidad e implicación de los docentes en su labor con el alumnado, que ve como se sigue manteniendo la misma formula de enseñar que hace 30 años y un nulo interés de caminar hacia una educación o siglo XXI y si de mantener el mismo estatus.
- Para acceder a un puesto como docente, los aspirantes han de superar una carrera docente que va de los 5 a los 7 años y medio.
En nuestro caso, la carrera docente no excede los 3 años para primaria e infantil. Los aspirantes a profesor de instituto tienen que superar una licenciatura (que no tiene nada que ver con la educación) y un curso de adaptación que, como mucho, contiene algunas semanas de conocimientos pedagógicos, es decir, después de haber cursado una licenciatura en biología, cursas un master en el que, con sólo un mes, te capacita para ser docente. Soy yo el raro o esto es de locos?
- Los estudios realizados en las universidades finesas se enfocan sobre todo hacia la investigación y desarrollo, el aprendizaje basando en la resolución de problemas (PBL), la práctica reflexiva, el cooperativismo y la tecnología educativa. Lo que significa que las teorías educativas, las metodologías de investigación y la práctica juegan un papel esencial.
Donde está el aprendizaje basado en problemas en nuestra formación cuando reina el libro de texto incluso en formato digital? Qué se enseña como tecnología educativa? Cuando tengo algún o a alguna alumna de prácticas de Santiago o Coruña, siempre le pregunto que es lo que les enseñan en cuanto a nuevas tecnologías, la respuesta que más veces recibo es “JavaClic” o aún peor: “nada”. Alucinante!
- En las escuelas finesas, los directores junto a las juntas directivas son, normalmente, quienes hacen las contrataciones. En parte debido a que no existe un organismo centralizado. Además, el sindicato de docentes está muy generalizado y mantienen un movimiento muy unido entre todo el profesorado.
A ver por donde empiezo… Hablamos de unión sindical? mejor no, verdad? Hablamos del tipo de contratación? Entonces hablamos de un sistema obsoleto que prima de todo menos la capacidad y excelencia en “ser un buen docente”, hablamos de la mentira que implica la parte de prácticas del concurso-oposición, hablamos del “dedismo” a la hora de contratar en las escuelas privadas, hablamos de las puertas fáciles de oposición a grupos de gente que, sólo por el hecho de haber estado disponibles cuando había listas de contratación y haber ido a un examen (incluso después de sacar penosas notas como un 1, 2 o un 4), se le suman años de trabajo como “experiencia” -menudo eufemismo- hasta tal punto que es prácticamente imposible conseguir aprobar una oposición si no se tiene una cierta antigüedad. Y así se facilita su entrada en el sistema, demostrando que lo único que NO importa es la calidad.
- No existe un sistema de evaluacion del docente en Finlandia, el profesorado recibe su feedback directamente del director y de la junta escolar. De la misma manera, no existe un sistema estandarizado de evaluación del alumnado porque no existe una consideración formal del aprendizaje del alumnado que pueda ser innato a la evaluación. Entienden que el buen docente es aquel que intenta ayudar a su alumnado a aprender y a crecer, entendiéndolo desde una perspectiva “holística”, lo importante es la persona en su concepción integral.
Justo lo contrario que venimos haciendo aquí en España, no? Esa prueba diagnóstica que, según los medios oficiales no es para hacer ranking de centros pero que en la práctica es justo para lo que se usa. Con centros que directamente preparan al alumnado para la realización de pruebas de este tipo en vez de enseñar a pensar.
- Existen básicamente dos tipos de puestos de docentes en Finalndia. Los que tienen una fecha concreta de finalización y los de larga duración. Los primeros son particularmente usados para sustituir durante un tiempo muy concreto (un año como mucho) a otros docentes. En los segundos, la gran mayoría, se pone mucho cuidado y atención para su contratación. Normalmente no hay periodo de pruebas ni evaluación porque basan su criterio en la confianza que tienen sobre la buena preparación de los docentes durante su aprendizaje en el sistema universitario.
En nuestro país la cantidad de interinos de larga duración, además de la enorme cantidad de puestos de trabajo a periodos muy cortos por parte de los contratados, nos convierte en sus Antípodas.
- Si tuviese que definirse el estatus de un docente en primaria en el país nórdico sería con términos como “autonomía”, “confianza” y “respeto profesional”.
Todo lo descrito sobre nuestro país hace que por estos motivos, y por otros muchos, nos ganemos un respeto profesional realmente no muy elevado (muy ovacionado por algunos políticos que patrocinan semejantes ideas) y que no seamos percibidos de forma muy positiva. Seguramente hay muchas razones que no dependen de nosotros mismos, pero no es menos cierto que deberíamos hacer nuestra propia autocrítica sobre este tema.
- Las autoridades locales en educación y los docentes aprueban el currículum a nivel de centro. Y las direcciones en los centros educativos, profesorado muy experimentado, juegan un papel esencial en el diseño curricular. Además, los docentes realizan una labor esencial de asesoramiento al alumnado.
Siempre he defendido la autonomía del docente (que no la “libertad e cátedra”, eufemismo utilizado para hacer lo que le da la gana al docente de turno) y la autonomía de centro. Pienso que estas dos cuestiones juegan un papel crucial en un desarrollo positivo de proyectos de centro y un diseño curricular acorde a las necesidades.
- Los centros no hacen uso de tests estandarizados para evaluar el éxito académico del alumnado, se otorga mucha mayor relevancia a la creatividad y a la enseñanza personalizada. El progreso de cada alumno se basa más en el desarrollo individual y de sus habilidades más que en los datos estadísticos. Opinan que es mucho más problemático el uso de tests estandarizados externos: la falta de ética en la manipulación de los tests y de sus resultados, la malsana competitividad entre centros, la pérdida del objetivo esencial del proceso de enseñanza-aprendizaje.
En España hacemos justo lo contrario, coger el modelo sajón en el que impera la competitividad en la educación, en el que falsamente creen (tercera persona del plural) que compitiendo (por un lado entre los que enseñan y por otro entre los que aprenden) se mejora como persona. Pienso que es justo al contrario, así podemos ver como el hecho de cargar con informes externos, evaluaciones de centro, pruebas iagnóstico etc. no se consigue mejorar la educación, es falso, seguimos (décima arriba, décima abajo) con el mismo fracaso escolar y con los mismos problemas, aparte de los nuevos en los que nos metemos: la falta de ética en algunos centros (que nos venden la moto de su excelencia) mejorando los resultados de forma muy cuestionable. Por desgracia, acabamos por obviar lo importante: enseñar!
- Para terminar, los finlandeses consideran que la tarea del docente va más allá del hecho de “dar clase”, no sólo cuentan la cantidad de horas dedicadas a la docencia directa. Dedican mucho tiempo a la investigación… si, si, los docentes no universitarios también podemos investigar. Dedican tiempo para la preparación de sus clases y trabajan con otros docentes para la creación de actividades. Comparativamente, dedican menos tiempo a la docencia directa que docentes de otros países: unas 600 horas frente a 1000 aproximadamente que se le dedica en primaria y unas 800 en secundaria en España.
Siempre he defendido el papel de investigación acción en las aulas de cualquier centro educativo, además de ser necesario, implica una búsqueda de mejora en la metodología, una incesante necesidad de profundizar en los retos tecnológicos y en los avances sociales, en la necesidades de formación en un mundo cambiante. Y eso requiere tiempo, así de sencillo.
También es cierto que dedicamos un montón de horas al trabajo oscuro, el que no se ve pero que existe. Pero no es menos cierto que si uno observa las dinámicas actuales verá que el libro de texto, que implica una metodología muy pasiva y una falta de creatividad y de liderazgo en el proceso de enseñanza por parte del profesorado (permitiendo que las editoriales asuman ese puesto) reina por doquier.
Hasta aquí mi particular radiografía comparativa. Ahora que cada uno saque sus conclusiones.
Datos del sistema educativo finlandés: Pasi Sahlberg, “Lessons from Finland”. The professional educator, junio de 2011