Es increíble cómo pasa el tiempo en la sociedad y qué lento pasa en las escuelas. Siempre se cuenta el mismo chiste acerca de que si alguien del siglo XVIII levantase la cabeza, vería cómo ha cambiado tanto la circulación por la calle, cómo de diferente nos comunicamos entre nosotros, ese aparato tan increíble llamado TV, la forma de alimentarnos, cómo ha avanzado la medicina, etc. Pero si entrase en una aula, la diferencia sería prácticamente nula. ¡Así de triste!

Un nuevo artículo publicado en el portal tecnológico de Faq-Mac en el qu hablo de algunas apps para iPad que, bien usadas, pueden marcar una diferencia considerable a la hora de realizar la docencia… y sin tener que usar la “sagrada” pizarra.