Llego tarde, lo sé… llego muy tarde. Esto debería haberlo publicado el pasado viernes en una idea conjunta que entre Proyecto Guappis, Hablando en las nubes e imaXinante para publicar una reseña sobre este paquete que une el mundo digital con el real con el iPad como intermediario, y yo, como en muchas ocasiones, llego tarde… pero llego.
PlayOsmo se ha convertido en los últimos meses en un producto muy interesante que se ha hecho de rogar para aparecer en las manos de los usuarios de iPad que verían en él, un sistema de unir el mundo virtual y analógico. Estaba en mi cesta desde el 6 de junio -fui del primer grupo de “backers” (financiadores, soportadores, llamadles como queráis), a´si que me salió más barato gracias a una ingeniosa técnica de marketing que permita a los primeros compradores descontar precio si otros lo compraran a través de tu “badge” (sello) en tu blog, twitter, Facebook,… ingenioso.
Osmo viene avalado por muchas revistas y periódico que se hacen eco de tecnología educativa: USA Today, The WallStreet Journal, FastCompany…
Lo primero que me llamó la atención fue su vídeo promocional y como en todos los vídeos promocionales, y Osmo no era excepción, todo parece blanco inmaculado y perfecto. Bueno, Osmo no lo es… pero se acerca un poco, y eso es decir mucho.
Las actividades que se ven realizar en el vídeo promocional incluyen todas las posibilidades que realmente te encuentras al abrir la caja. Por cierto, PlayOsmo es, sin lugar a dudas, un producto my bien diseñado, se diría que sacado de la propia sede de Cupertino, detallista hasta en el el cierre magnético de cada una de las cajas que componen Osmo, a saber: la caja con el soporte (blanco por supuesto) ajustable a distintos modelos de iPad: desde el 2, pasando por el 3, Air, Mini, Mini Air… simplemente cambiando la posición de las pestañas que se sitúan en la parte inferior del soporte.
Una vez colocado el iPad sobre el soporte, muy seguro y estable, sólo resta situar en otro elemento fabricado por PlayOsmo en la superior -exactamente sobre el objetivo de la cámara frontal del iPad, un pequeño objeto que se ajusta como un guante al dispositivo y que permite algo tan simple como modificar el ángulo de lo que recibe la cámara para apuntar directamente hacia la mesa.
Una vez hecho esto, sólo nos resta lanzar las apps de Osmo, 3 apps gratuitas -se me antojan pocas opciones las que han lanzado- que van desde la creación de palabras “Words”, pasando por el “Tangram” y -el más interesante- “Newton”.
“Words” nos recuerda al juego del ahorcado: casillas para colocar letras que conforman una palabra. Para hacerlo sólo debemos colocar -quizás colocar resulta demasiado exacto, porque la potencia de reconocimiento de Osmo es tremenda, con lanzarles o dejarlas caer desde la vertical, tarda menos de ½ segundo en reconocer qué letra es y situarla en el lugar correcto de la palabra o en la zona superior de letras desechadas.
Lo que en principio podría ser un handicap de este juego (que sólo está en inglés), se resuelve de forma muy sencilla aunque con cierto trabajo por nuestra parte, y es que a través de la app vía web “MyOsmo» podemos crear álbumes y fotografías a nuestro gusto con lo que el problema del idioma desaparece completamente. Existen diferentes niveles de dificultad y, a poco que juegues, te das cuenta de las posibilidades que se abren con esta aplicación.
«Tangram» sigue más o menos la misma dinámica. Se juega con la segunda caja y reconoce no sólo las piezas sino también la disposición y rotación de estas para hacernos saber cuando exactamente se sitúan en el lugar y posición adecuados para crear la figura.
En tercer lugar tenemos “Newton”, una app que nos permite resolver pequeños puzzles o problemas basados en centros o focos a los que debemos hacer ir las pelotas que caen de la parte superior, ¿cómo? simplemente dibujando sobre un papel lineas o formas para que las pelotas lo detecten y reboten. … muy interesante.
El primer problema que te encuentra con esta app es su enorme sensibilidad para detectar lo que sucede sobre la superficie,; llega a detectar incluso las arrugas y dibujos de la madera de la mesa. El segundo es que cuando se dibuja, te detecta la mano así que un niño debe pensar primero en donde dibujar y luego memorizar esa zona porque tan pronto coloque la mano sobre ella las pelotas empezarán a rebotar… y para un pequeño es o puede ser un problema.
El tercer problemas es el propio dibujo que has de realizar para crear en el mundo virtual las zonas de rebote. Si para cada dibujo necesitas un folio en blanco… imagina lo que pasará cuando lleves con una clase 30 partidas. Pues eso…
La alternativa es tener una pequeña pizarra blanca sobre la que dibujar y poder borrar sin problema y sin tirar a la basura enormes cantidades de papel. Pero también tenemos otras opciones como el uso de elementos físicos -si, también los reconoce- . Así que imaginad las posibilidades que se abren si realizamos juegos en los que sólo permitimos el uso de determinados elementos físicos para poder usarlos como unas de rebote.
Una vez probadas las 3 apps, tu cabeza empieza a pensar en posibilidades, opciones, apps… aparte de tenerlo en otros idiomas, aparte de cómo juegues con el mundo real y pongas difíciles las cosas a tu alumnado, creo que existen muchísimas opciones para utilizar y muchísimas ideas que PlayOsmo, la empresa detrás de Osmo y compuesta en su mayor parte de docentes, debería plantearse porque la alternativa, quedarse aquí y quieto, sería un tremendo error.
Osmo nos ha mostrado una manera muy sencilla de interactuar en el mundo virtual desde las apps que nos permite el uso del iPad, a través de lo que hagas en el mundo real. Por qué no una app de matemáticas que desarrolle el pensamiento lógico-matemático permitiendo dibujar resultados? Porqué no una app sobre físicas y colisiones que lasque tengamos que lugar con energía potencial, cinética, centrífuga…? Por qué una app en la que pintemos música a partir de lo que nos muestra en pantalla y dejándonos jugar con los colores, trazos y formas en una serte de réplica de figuras musicales…?
Osmo me deja un buen sabor de boca, gustará a los más pequeños y será muy útil con sus salvedades, pero como ya he dicho “espero mucho más del producto”, porque el potencial que se entrevé es enorme y a poco que quieran desarrollar más y diversas apps y localizar a otros idiomas las que ya presentan, será muy interesante de tener en el aula.
Y una cosa más en la que el iPad va con ventaja, porque como ya he dicho en otras ocasiones, tan importante es lo que tiene por fuera el iPad como lo que tiene por dentro, es parte a la que poca gente hace caso y que es el sistema operativo, sus APIs y su potencialidad para que los desarrolladores expriman toda su “potencialidad”.