Nunca se cambian las cosas luchando contra la realidad existente. Para cambiar algo, construye un nuevo modelo que haga que el existente sea obsoleto
Es precisamente este pensamiento el que resulta innovador y disruptivo. Y que podemos ver proyectado en os campos de forma muy paralela aunque a priori no lo parezcan. Y es el mundo tecnológico y el educativo.
En el primero de ellos podemos ver a una innumerable cantidad de empresas tecnológicas que lo único que hacen es sacar productos sin ningún tipo de filosofía, sin más intención que la de ganar dinero, lo más fácil y rápido posible. Sin pensar en arriesgar, trabajando en el modelo de filosofía tecnológica actual y simplemente… copiando. Y hay ciertas empresas que en su ADN está la innovación, el riesgo por nuevos modos de comunicación, por crear dispositivos que todavía no existen en nuestra mente y pensando de forma global: la tecnología y el hombre, uniendo el arte y la ciencia. Son las que marcan la diferencia.
No voy a poner nombres a ninguna, pero yo tengo claro qué empresas se dedican a crear nuevos dispositivos y cuales están copiando descaradamente para hacer caja.
En educación pasa algo parecido. La gran mayoría trabaja en un modelo actual sin intención ninguna de cambiar nada, amoldándose a lo que hay de “normal”, entendiendo lo normal por estándar. Que hay PDI, pues se usa como encerado, que hay ordenadores pues se usa par hacer lo mismo que en la libreta.
No se trata de usar tecnología en el aula, se trata de crear un nuevo modelo educativo que tiene en cuenta nuevas formas de comunicación, expresión y aprendizaje gracias a la tecnología y son esas personas las que se salen del modelo actual, probando uno nuevo sin saber a priori si sus ideas van a funcionar los que realmente acaban generando nuevos paradigmas. Son los que hacen que el modelo estandarizado acabe siendo obsoleto.