Esto se acaba. Mi experiencia como parte del «staff» de la administración educativa que se dedica a la formación docent e, y no como relator o conferenciante, llega a su fin. No se trata de decir aquí lo que pienso del sistema ni mucho menos de los responsables para los que he trabajado, si me preguntan mis superiores, será en ese momento cuando humildemente les haga saber mis pensamientos, si es que están interesadas en mi opinión, claro. Pero vaya por delante que voy a echar mucho de menos a mis compañeros del CAFI y en especial a los compañeros de departamento. Y cuando sabes que los echarás de menos es que tus vivencias con ellos han sido muy intensas y tremendamente positivas. He recibido mucho más de lo que he aportado, en todos los sentidos, pero sobre todo en el humano que es, al fin y al cabo, el aspecto más importante para mí. Nadie es imprescindible en una empresa, pero las conexiones que logras hacer con las personas son las que, de verdad, dejan marca en ti. No puedo pedir más. Soy un afortunado.
Lo que me preocupará de ahora en adelante es el primer día del resto de mi vida profesional. Ese que tendrá lugar en el nuevo centro de trabajo que tengo desde el 1 de septiembre. Me asaltan muchas dudas personales y profesionales.
Por un lado, estoy en un momento en el que algunas instituciones, directivos y personas consideran muy positivamente mis planteamientos tantos tecnológicos como metodológicos, lo que ofrezco como docente y formador y lo que defiendo como modelo educativo.
Pero el sistema no quiere a alguien como yo que piense por si mismo, de hecho no quiere a ningún centro que piense por si mismo. Así que es muy posible que no pueda disponer de tiempo para dirigir parte de la formación que llevaba a cabo fuera de Galicia, porque ni la administración (y mucho menos la inspección) tienen a bien considerar que alguno de sus súbditos tengan vida propia más allá de los intereses de la propia administración, que por desgracia no siempre son los de mejorar la educación.
Esa faceta de mi vida me gusta…y mucho. Y parece que no se me da mal por lo que dicen los que tienen que soportarme enfrente. Así que, sinceramente, no sé cómo voy a gestionar eso.
Por otro lado, empiezo en un centro educativo de primaria , será mi destino temporal… y digo temporal y no definitivo por la sencilla razón de que no soy de los de quedarme con el culo en el mismo sitio haciendo siempre lo mismo.
Lo curioso de llegar como nuevo a un centro es que todos ellos tienen una ley sagrada, muy profesional, basada en tus habilidades y conocimientos. Es la ley de la ‘antigüedad en el centro’ o dicho de otro modo: ‘tonto el último’.
Es una ley más antigua que la propia existencia de vida inteligente, en la que los diferentes cursos se reparten por esa mágica cuestión que tiene tanto que ver con tus inquietudes, tu preparación, tus puntos fuertes, etc. Ah no! Qué tiene que ver con la cantidad de tiempo que estás en el mismo sitio… lo que hagas con el tiempo no cuenta.
El hecho de recaer en este centro (o en cualquier otro centro, en realidad) es igual a usar:
- A) Los arcaicos y anacrónicos portátiles Abalar (aka escuela 2.0)
- B) El aula digital, un eufemismo que se ha inventado AMTEGA en la que cuentas con un ordenador, un proyector y una pantalla digital interactiva también conocida como ‘Mordor’ en la que el alumnado se queda mirando cómo el docente toda y retoca y, como mucho, se acercará el afortunado Bilbo Bolsón a tocar la susodicha pantalla. Aplausos.
- C) Un proyector y una pantalla blanca… y gracias.
- D) Nada de lo anterior
Si la perspectiva tecnológica resulta abrumadamente penosa, la metodológica no se queda atrás. Con una inspección más preocupada de tener en sus manos las programaciones minutadas y con los porcentajes exactos a desarrollar en cada competencia (válgame dios semejante esperpento educativo y realmente imposible si trabajas sinceramente desde el modelo metodológico activo, pero ese concepto es otra batalla) no podemos acudir a nuestros superiores en busca de ayuda.
Entrar en El Centro desde el punto vital y profesional en el que me encuentro, también significa querer llegar a un destino concreto, un lugar que tiene que ver con mi trayectoria como profesional, con el uso de los dispositivos y elementos tecnológicos pro-creativos, con las metodologías activas, con la búsqueda de la creatividad y la alfabetización digital por parte de los pequeños.
Todo eso que no tengo en esa aula que me espera, ni en El Centro que me espera ni seguramente en el espacio educativo que me espera.
Me encantaría recibir propuestas de otros centros a los que le interesa mi perfil y mis conocimientos, algo que nunca pasará en la escuela pública porque te toca El Centro que te toca y te toca el puesto que te toca… y ya está. Y si quieres mejorar será como director o como inspector. No hay otras vías… bueno sí, como político. Triste.
Así, la escuela pública tiene muchas cosas buenas, pero también tiene algunos aspectos que no somos capaces de (o no queremos, seamos sinceros) corregir y además de no mover un dedo para hacerlo o de exigir ese espacio a la administración que nos permita llevarlo a cabo, decimos que la culpa la tiene el vecino de al lado.
Quizás esto suene a llamada desesperada (no es la intención) pero tengo claro que aceptaré, sin la más mínima duda, una oferta de cualquier institución o empresa que me llame a la puerta ofreciéndome un proyecto interesante o, en su defecto, recibir colaboraciones externas de cualquier empresa interesadas en realizar proyectos educativos en el aula.
Y en este momento estoy. Hacia donde vaya o me lleven las decisiones es otro cantar.
Comments: 18
Estoy muy en contra de esa ley que tú denominas como «tonto el último», pero nadie nos valora, nadie mide nuestras habilidades, conocimientos, formación. NADIE desde que oposité me ha valorado nada. Lo único que miran es que cada año tenga los papeles cubiertos y si cada 6 años hago 100 h de formación me dan un dinerillo extra. Pero nadie sabe si hago mi trabajo bien, mal o regular, si innovo, si soy un vampiro o si simplemente me dejo llevar año a año, curso a curso.
Me cabrea mucho non poder disponer de los medios (tecnológicos o no) que necesito para aplicar las metodologías que según mi humilde opinión son las necesarias para el aprendizaje de mi alumnado. Mientras tanto observo como por ejemplo se reparten cheques para libros de texto (exclusivamente) y cheques para material escolar. Y si el profesor según su criterio no quiere utilizar libros de texto su alumnado no puede disponer de ese cheque, aunque pretenda comprar libros de narrativa, tecnología compartida o cualquier otro elemento necesario.
Y con esto lo que quiero decir es que la forma de trabajar del profesorado, la forma de gastar el dinero y de funcionamiento de las políticas educativas tienen que cambiar. Y la única forma que veo de que ese cambio vaya por un camino acertado es que desde el profesorado exijamos y lideremos ese cambio. ¿Cómo hacerlo? Trabajando, protestando, señalando alternativas reales, profesionalizando realmente toda la enseñanza pública y haciéndola realmente mejor. Porque una educación pública o privada no es mejor por llevar un «apellido» sino por demostrar que el trabajo, la innovación y la gestión da los mejores resultados ( no las mejores notas).
Y lo que yo veo a mi alrededor, es que mucha parte del profesorado no está por la labor de cambiar, mas bien por dejarse llevar.
Pero Manel eso no significa que otros luchemos todos los días por intentar cambiar las cosas, aunque estemos luchando contra molinos o contra cíclopes con ondas. Lo que ocurre es que no damos o no sabemos como lograr un cambio mas allá de nuestra aula o centro. Pero por suerte a veces, encontramos formadores, compañeros e incluso padres que nos ánima a seguir luchando, como estoy casi seguro que haces tú todos los días.
P.D. te cambio el jamón por una charla en mi centro.
Hecho!! Cambio jamón por una charla en tu centro y una cerveza :-)))
Me ha gustado mucho tu comentario.
Ya contarás dónde salen todas esas ofertas, porque mira que llevo años buscando…
Bueno, a lo que iba. Manel, te conozco de hace algunos años, aunque tengamos ese paréntesis de los últimos, y a veces tus escritos creo que no reflejan lo que eres y lo que piensas en realidad.
Pero también te voy a decir que tienes la oportunidad de empezar, tendrás un aula, y aunque el entorno no sea el más propicio, tienes la libertad que otros no tenemos.
Personalmente daría lo que fuera por estar en tu situación ahora mismo.
Dos cosas
Lo primero me intriga. Puedes exponer aquí en abierto esas diferencias que hay, según tu criterio, entre lo que soy y lo que escribo. Soy el más interesado en querer verlo :-)))
Lo segundo, las ofertas son eso, ofertas, no demandas de empleo. Me han oído hablar, me han visto trabajar y me han escuchado formas de mejorar la escuela, mis fórmulas, no serán las mejores pero son las mías y algunos las consideran valiosas, y les estoy muy agradecido por ello. Y eso ha hecho que me hayan ofrecido cosas interesantes.
Me han ofrecido puestos de diversa índole en varios centros, uno de ellos en Galicia, pero sobre todo en Madrid y la zona levantina. Y no tengo palabras para agradecer esa confianza.
Lamentablemente me quedan muy a desmano, sino los habría aceptado. Te lo aseguro.
Por otro lado, quizás no he acertado con el tono de mi entrada. Me encanta trabajar con los nanos, lo echaba de menos. De lo que me quejo es de todas las cuestiones que se suponen tienen que estar diseñadas para mejorar la cuestión educativa, y lo que hacen es justo lo contrario. Y so cobra mucho, mucho. Y más me cabrea el hecho de que la sintonía general sea la de esperar o conformarse.
Y hombre, si aparece un proyecto interesante, creo que es lógico que me plantee cogerlo y hará creo que no tiene porque eres mal que nos propongamos o ofertemos.
Pero eso no quita que esté contento con trabajar con los chavales. Estoy muy contento de volver al aula.
Gracias Mateo,
Ahora sí que te haré llegar el jamón prometido XD
Enseñar siempre fue y siempre será «enseñar lo mejor posible con los medios disponibles». La pena es que los formadores a menudo «forman» para enseñar en contextos que no existen. Bienvenido al mundo real jeje
Qué manía!!!!
Pues nada chicos. Lo que hay que hacer es ser conformistas, apoltronarse, esperar a que el maná nos provea, no pelear, no buscar alternativas, no adentrarse en la innovación salvo que los medios vengan impuestos desde arriba y tengamos que tragar.
Y luego decimos que el profesorado innova!!!
Pues nada. Nos quedaremos sentados hasta que los de arriba tengan a bien poner dispositivos móviles en las aulas, ah, no!! Que pondrán el ladrillo como en Andalucía o los comprarán al peso como en Castilla León. O esperaremos a que se hable de libro interactivo, ah no! Que pondrán la lamentable plataforma de Galicia. O esperaremos a que se hable de robótica, ah no! Que se usan las extraescolares para eso.
Pues si que estamos bien si la alternativa es este mundo real en vez de enseñar a pelear por el que queremos
Ah!! Soy formador porque me pagan por ello pero soy maestro de escuela. Siempre lo he sido y así quiero seguir siendo .
Ah, me olvidaba. Gracias Luz por el comentario, sé que lo dices con todo el cariño y la buena intención 🙂
Perdoade, que me meta onde non me chaman, pero aseguroche que Manel é un formador que forma na realidade,, pero sobre todo con metodoloxías que funcionan. Proba e quedarás sorprendida do moito que se consegue. O que acontece e que moitas veces os formados buscamos escusas para non cambiar, para non evolucionar e diso están cheos os cursos, programas, seminarios, xornadas…
Desaprender para volver a aprender.
E que non dou calado
Buenos días
Tranquilízate porque te va a sorprender la actividad dentro del aula.
Para nada es cierto que siempre se haga lo mismo. A cada instante las cosas cambian y te sorprenden, más en la escuela pública donde la diversidad de alumnado y sus demandas son infinitas.
Eso sí, hay que trabajar y mucho. Ponerse en el sitio del que tienes enfrente (alumnos, padres, compañeros, equipo directivo…), ver sus necesidades y preocupaciones. Inténtalo, igual te sorprende. Seguro que no dispones de los recursos que te gustaría, pero también te sorprenderá ver como tus compañeros luchan por cada pizarra digital nueva, por cada ordenador, porque funcione la wifi, por «¿qué es eso del Edmodo?, ¡uy! el año que viene lo utilizo». Te sorprenderá como se coordinan e innovan cada día, en reuniones, comidas, en «se me ha ocurrido que podríamos…» a través del grupo de whatsapp de los compañeros del centro», … y esto a cada instante porque los alumnos no son fósiles, son entes con vida, con particularidades, con necesidades que ni te imginas y no sólo academicas. Un centro público es el Mundo concentrado en un aula de unos pocos metros cuadrados y tendrá que funcionar… y lo tendrá que hacer gracias a ti. Tendrás que quedar con padres fuera de tu horario porque trabajan y la cosa no está para perder horas y el niño o niña necesita que hables con ellos y quieres solucionarlo. Y otro día tendrás que hablar con Servicios Sociales porque tal niña o niño…..
Pero al final podrás enseñarles porque existen las montañas (soy de Geogradfía e Historia), porque los ríos son el principal agente erosionador, estarán deseosos de la visita a tal museo porque se la has envuelto en papel de colores, intentarás que no den nada por sentado y cuestionen todo, incluido a tí sino el asunto no tiene gracia,..
Y con suerte un día llegará uno y te dirá » estudié Geografía por tí» y serás la persona más feliz del Mundo.
Si no quieres disfrutar y sufrir todo esto por favor marchate desde el minuto uno y no hagas tus alumnos te sufran en un aula.
Gracias
Querida Victoria, te lo voy a decir de la forma más educada. Pero es que no te has enterado de nada, es más, creo que ni has leído mi entrada.
Que me tranquilice? Estoy muy tranquilo. Indignado, molesto y harto de ver la misma portería año tras año. Pero muy tranquilo.
¿Me ‘sorprenderá’ un aula? Tú crees?? Llevo 24 años trabajando y solo dos fuera del aula. He trabajado en primaria, con niños de infantil, en la ESO y en aula ocupacional con alumnado de 15 años en riesgo de exclusión. Sé perfectamente como es un aula y cómo funciona, lo que esperar y lo que demandar.
Soy un profe de aula, de trinchera. Que imparta conferencias o talleres de aprendizaje para centros no implica que esté alejado de esa vida sólo llevo 24 meses fuera de ella. De lo que hablo es de estar cansado de muchas de las pantomimas que nos rodean y que hacen realmente difícil trabajar. Y eso lo consiguen entre políticos y entidades gubernamentales lobby (aunque algunos la quieran ver de otro modo).
Nos tienen maniatados. Entre la administración y los profes que van a hacer lo mínimo (que son desgraciadamente muchos, muchos aunque sea políticamente incorrecto decirlo es la verdad). Entre la inspección y la normativa mediocretizadora que permite que los años de trabajado primen sobre cualquier otro elemento.
Entre tecnología caducas como tu PDI y plataformas patéticas de la administración.
De eso estoy hablando, de la gente que está en medio de ese fuego cruzado y queremos trabajar en el aula de otro modo.
Que me va a sorprender el profesorado porque intenta innovar??? Todo??? Tú crees? El profesorado en su inmensa mayoría ni innova ni se le espera. Y créeme, tengo bastante más conocimiento de causa que tú en ese terreno.
Que hay gente buena, por supuesto. Que hay gente innovando, evidentemente. Pero lo son a pesar del sistema, no gracias a él. No hagamos aquí una defensa del profesorado o la escuela pública como si fuesen perfectos o impolutos. Negar las evidencias o decirlo con la boca pequeñita o en ‘petit comité’ no hace que se mejoren o desaparezcan los problemas.
Te puedo asegurar que ilusión y ganas no me faltan, para estar con los nanos nunca me han faltado y en peores plazas he toreado pero eso no significa que tenga que servir pleitesía a lo que hay en la vida real o por lo menos no patalear para conseguir mejores condiciones (y no hablo de las laborales).
Eso sí, aparte de no entender tu comentario (que agradezco en cualquier caso) y de no compartir alguna de tus afirmaciones, estoy en absoluto desacuerdo en como has manifestado el último párrafo. Realmente no tiene razón de ser, pero tú sabrás qué quiere decir con eso.
Y soy un afortunado. Me encuentro con ex alumnos a los que he dado clase hace 15 o 20 años y tienen palabras muy amables para mi. Eso es impagable. Conozco esa sensación pero aspiro a que ellos tengan lo mejor en sus manos para poder ir con ellos lo más lejos posible, la alternativa la llevan los de arriba y mira que lamentables resultados da.
Esta actitud es una de nuestras posibilidades, una de nuestras opciones de ser docente. La otra es no hacer nada o quejarnos de que nos quitado dos horas libres a la semana. ¿Crees que hay alguna diferencia entre ambas formas de actuar?
Un saludo
Buenas tardes,
Creo que me he enterado no sólo de lo que dices sino de lo que transmites. Y creo que tu también te has enterado de lo que yo te estaba diciendo… de ahí deduzco tu tono.
Por cierto, una sugerencia, lo de justificar los textos nunca está de más queda más limpio y organizado.
Un abrazo y espero que pronto puedas abandonar la Escuela Pública en todos sus ambitos.
No hay nada más que añadir.
Bueno sí. Que espero que entre tu alumnado enseñes otro tipo de respeto a la opinión diferente y a la crítica (cuando además se acompaña de propuestas alternativas) y no un seguidismo al pensamiento único en el que no cabe decir ninguna crítica ni esperar más que lo que hay encima de la mesa.
Si esto es lo que se puede esperar de una confrontación de ideas en la que lo que promulgas es tu deseo de echarme… no hay mucho que añadir.
Mucha suerte en tu nueva etapa. Ha sido un placer conocerte en las actividades que habéis organizado desde el CAFI.
Los chavales a los que les des clase van a ser unos afortunados. Me gustaría poder estar algún día en esa aula. Simplemente la ilusión que le pones, ya merecerá la pena para ellos y mejorará lo de algunos, muchos o todos los docentes que tuvieron, ojalá que sea solo algunos.
La reflexión que hago es la siguiente: ¿Cuánto gasta una familia en libros y material escolar a lo largo de un año? Podemos hacer una actividad con eso y que los alumnos empiecen a usar una hoja de cálculo y llegar a unas conclusiones. Lo mismo estamos cerca de la solución, aunque necesitaríamos un WiFi abierto para los alumnos en El Centro.
Tómalo como algo positivo para todos y cuéntanos tu experiencia.
Muchas gracias por tus palabras Juan Luis. Gracias por verme con esos ojos y por confiar en lo que hago pero sobretodo por como lo hago, por como lo vivo.
En cuanto o a los costes, déjame un par de días y aquí mismo lo leerás.
Y por supuesto, así que me acomode en mi nuevo espacio, estás invitado (lo está cualquiera, en realidad) a venir a mi aula.
Tío, parece que vas ao cárcere. Vas a ir a un centro donde un grupo de alumnos están desexando que lle mostres un camiño seguramente diferente, para aprender. Incluso ao mellar que en realidades aprendan algo. E Iso é o mais grande da nosa profesión, poder influir positivamente nos tus alumnos que seguro que cho van a agradecer.
Nótoche un pouco desilusionado, necesitámoste mais positivo Manel.
Soy positivo y trabajaré duro y feliz con mi alumnado. Tengo ideas a porrón pero no puedo negar que el trabajar sin recursos viendo que lo que tenemos es de lamentable calidad, que en vez de ayudar entorpece, que en vez de abrir oportunidades las cierra pues… hombre no es precisamente a lo que aspiro.
Eso no quita que haré todo lo que está en mis manos, de hecho ya tengo una impresora 3D de mi propiedad en ciernes, 3 robots, mi MacBook Pro, el iPad con su arnés y micrófono para grabaciones y la tela verde para grabar historias increíbles.
Es lo que me apena, me entristece y me enfada.
Y sí, si parece un proyecto chulo de los que entusiasman, y de los que pueden hacer cambiar un cole o una comunidad me pensaré lo que hacer. Y no, siendo director no puedes hacer eso. No es un puesto, tal y como está ahora, pensado para mucho más que para hacer funcionar el centro día a día.
Creo que no podemos estar permanentemente pensando qué podemos hacer por el sistema, los que determinan el sistema deberían empezar a pensar qué pueden hacer por los docentes. Y no, no son más vacaciones (tenemos de más, DE MÁS!!), no son más días libres, no son puntos para el concurso ni nada por el estilo.
Es empezar a creerse seriamente lo de la libertad de autonomía de centro, es repensar qué tecnologías podemos usar y quien decide muchas cosas. El agachar las orejas y decir que «esto es lo que hay» no es lo que yo espero ni lo que quiero para mi alumnado.
Pero sabréis de mi!! Para empezar estoy pensando en abrir una webcam y que las familias nos vean desde su casa cómo trabajamos y participen con nosotros en actividades. Luego vendrá alguien y nos dirá que no puede ser… :-))
Xa sabes que no noso centro sempre serías benvido. Quen me dera poder ficharte!!!!
Y a mi quien me diera que eso que dices se pudiese hacer. Yo fichaba tan gustosamente por vuestro centro, aunque queda lejos o, en su defecto, por un centro como el vuestro. Pero ya sabes que la cosa no funciona así
Tengo un montón de ofertas, solo puedo dar gracias por ello. Aunque todas ellas son, tristemente, de fuera. Madrid, Valencia, Alicante, Coruña…
Qué le vamos a hacer.. si aparece algo más cerca.