Hay momentos en la vida de una persona que la importancia de sus actos van más allá de lo meramente obvio. Para mi, desde hace unos años, dar conferencias tuvo un significado mucho más que profesional, se convirtió en una realización personal, en un apoyo de ciertas personas y grupos que estimo y desde los que me siento valorado.
Hay ocasiones donde ciertas instituciones y/o personas creen en ti de una manera superlativa, incluso más que tú mismo. Me acuerdo de Vicente, el asesor del Ministerio de Educación que me invitó a Teruel y a Ceuta, de Mar “la jefa” de formación del ministerio que creyó interesante lo que yo contaba, de Andrea, que no sólo apostó por mi en un proyecto con la OEI, sinó que me dio la oportunidad de conferenciar en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, de José Luís (y de María), que me llevó al CITA varias veces.
Pero hay ocasiones en la vida, donde una presentación, que me encanta realizar, (lo confieso, me gusta hacer presentaciones aunque esté nervioso durante ellas), tiene un valor personal mucho más poderoso que la propia realización personal en el trabajo.
Hoy os presento el vídeo de mi comunicación en la Fundación Germán Sánchez Ruipérez, en la jornada de buenas prácticas TIC lleva a a cabo en el CITA, en Peñaranda de Bracamonte el 4 de noviembre de 2011. Ese día, no sólo importante para mi profesionalmente, me sentí valorado por gente increíble con ideas increíbles y proyectos envidiables -siempre es agradable volver a encontrarse con Lola, la gran Lola, por poner un ejemplo-. Ese día cambió mi vida, del norte me fui al sur y del oeste al este y no cuento más… 🙂
Aquí tenéis el vídeo: