Leo en un artículo publicado en el ABC que «No todos los padres están de acuerdo con el uso de las tabletas en los colegios«. No es que no esté de acuerdo con el titular… es el titular es vergonzosamente lamentable y la cosa empeora a medida que lees. Y es que, como en otras muchas ocasiones, la cuestión no es lo que crees, es en qué te basas para creer eso.Vamos con las frases. El primer ejemplo me lo ponen fácil, ya que un director de un centro educativo afirma que…
pusimos pizarras digitales en Infantil, Primaria y Secundaria pensando que podían ser un recurso útil del profesor para facilitar el aprendizaje. Sin embargo, al poco tiempo las retiraron de Infantil. «Resultaron ser una fuente de sobreestimulación muy grande.
Ya me explicareis como puede una PDI ser fuente de sobreestimulación si no es poniéndole videos todos los días porque tocar, lo que se dice «tocar», la pueden tocar muy poco, exactamente a un promedio de 1/25 o dicho de otro modo 12 minutos por alumno y día si la utilizan 5 horas diarias.
No es que sobreestimule… es que NO estimula!!
Por no decir que ponen tecnología para que ayude al profesor, cuando la tecnología, señores, debe estar en manos del alumando. Pero se ve que compramos las cosas sin pensar, como siempre. Eso si, consejerías de educación han gastado recientemetne millones (millones) de euros para que el profesorado siga manteniendo su «Mordor» particular, sentirse El señor de los anillos y, de vez en cuando, llamar a Frodo para que toque el anillo mágico durante unos minutos. No es el mejor de los ejemplos tecnológicos para ser usados en el aula.
El segundo argumento es todavía peor. Se hacen eco de un estudio de la OCDE. Sí, los mismos que sacan el nefasto PISA que algún famoso pedagogo no hace más que resaltar para darse razón a si mismo cuando le viene bien. En ese estudio se afirma: »
el uso intensivo del ordenador en el aula conlleva un empeoramiento de los resultados académicos
Todo aquel que viaje un poco por la red y conozca el citado informe llegará a las conclusiones de que:
- a. los expertos españoles más que reconocidos están absolutamente en contra de ese informe y sus conclusiones. Por no decir que la propia OCDE es una entidad más que cuestionable.
- b. la experta en cuestión es también muy cuestionada por el método utilizado, y por su propia biografía y bibliografía.
La cosa sgue mejorando. Una de las quejas es que son DEMASIADO DIVERTIDOS. Sí amigos, habéis leído bien. No pueden ser divertidos, no pueden ser motivadores porque, como esta gente dice, «luego te lo tienes que aprender«.
Ante semejante incongruencia (porque no tiene cabida otro calificativo) uno se queda sin argumentos. Resulta que trabajas por proyectos, implicas emoción, implicas roles de trabajo, que asuman riesgos, que publiquen, que difundan, que critiquen y que discutan. Resulta que no aprenden hasta que memorizan o (como dice el señor Marina) por repetición. Así que ya sabéis, aquellas interminables hojas de multiplicaciones son buenas, porque sólo así sabrás cuándo y cómo utlizar la multiplicación. Y lo mismo vale para las faltas de ortografía, taaaaan necesitadas.
Seguimos con la retahila de despropósitos. El señor Rafael Rodríguez afirma que…
Sobretodo en los primeros cursos, deben usar los libros de papel
Ante esta barbaridad anacrónica y arcaica sólo cabe el silencio, porque se descalifica a si mismo en ignoracia.
Seguimos con semejantes ataques como:
Pues se lo tiene que aprender –insiste Marina– porque sino no va a saber lo que tiene que buscar, no va a entender lo que encuentra y, al final, va a tener una especie de dependencia del ordenador como la que tiene una enfermo de riñon de la diálisis
Es decir, cuando trabajas con tecnologia, resulta que dejas de lado cuestiones como contrastar información, que por lo que parece sí se hace en los libros de texto. Dejas de lado la comprensión, que parece que con los libros de texto sí se hace. Dejas de lado, el esfuerzo, que con los libros de texto sí se hace. En fin…
¿Cómo se puede decir semejantes barbaridades y autoproclamarse docente y experto?
A los docentes nos obligan a usar estas herramientas cuando podemos fomentar el aprendizaje con otros materiales y fuentes de aprendizaje mucho más útiles.
Me resulta increíble la cantidad de despropositos que se pueden incluír en un solo artículo. Bate récords. En este caso, se contrapone la tecnología con otros materiales (no sabemos cuales, no los dice) más útiles. ¿cuáles? ¿son contrapuestos? ¿excluyentes? Acaso se autoexcluye el trabajo físico con el tecnológico? ¿es contrapuesto el teatro al uso de dispositivos? ¿lo es la música, el debate, la oratoria? ¿lo es la lectura de libros o la creación de proyectos? Evidentemente no. Sólo lo es para aquellos que tienen un concepto arcaico de la educación.
Estas vaguedades no hacen más que demostrar que el nivel de conocimientos pedagógicos, el miedo y desconocimiento de cómo sacar partido a los elementos tecnológicos en un contexto de apendizaje basado en proyectos y retos es increiblemente bajo.
Todo se reduce en afirmar que…
Entregar al crío, sin más, las nuevas tecnologías es un despropósito
Así que ya sabéis, los centros lo que hacen es entregar tecnología sin más y la culpa es… de la tecnología. Una vez más, matamos al mensajero.
Mañana la segunda parte, en la que podemos ver porqué algunas personas creen esto y qué opciones hay… para los que quieran tener la mente abierta hacia el aprendizaje real.
One comment
[…] hablaba aquí mismo de una triste y trasnochada visión del uso de la tecnología en el aula, a partir de un artículo publicado en el ABC. En el artículo, algunos “expertos” […]