Gracias

Suelo decir que soy una persona afortunada por diversas razones. En el plano laboral, tengo trabajo, algo que desgraciadamente no todo el mundo puede decir.
Además de contar con un trabajo estable, tengo la enorme suerte de que hay personas y empresas que consideran valioso lo que puedo aportarles. He impartido decenas de conferencias y formaciones a docentes y centros educativos (y sigo haciéndolo). Una de estas empresas, posiblemente la más grande en su sector, es LinkedIn Learning, la división de formación dentro de LinkedIn, una empresa que, a su vez, también forma parte de Microsoft. La suelo llamar «LotelinkedIn», sinceramente porque siento que me tocó la lotería, aunque evidentemente cuando te llaman es porque ven valor en lo que haces, cómo lo haces e incluso en cómo lo comunicas. Pero no soy el único que sabe de esto, ni seguramente el más famoso de los docentes contando estas cosas (este es un tema que lleva un tiempo dándome vueltas en la cabeza… si no habrán perdido un poco el norte algunos docentes con la «creación de la marca propia» dejando demasiado de lado el trabajo en el aula, aunque eso podría aplicarse también a los que se han ido al lado político-administrativo olvidándose de la vida en el aula y preocupándose más de vender la maquinaria política) pero el caso es que ahí sigo, así que tan malo no debo de estar haciéndolo.

Pero ciertamente es «loteLinkedIn» no solo por trabajar con ellos con todo lo que conlleva, sino por cómo trabajan en LinkedIn Learning. Siempre cuento que es una empresa basada en tecnología con lo que, para los que somos un poco frikis de la tecnología, es prácticamente un paraíso, pero esa calidad tecnológica palidece en comparación a la calidad humana que es, sencillamente, estratosférica.

El último curso ha sido especial. Especial porque no está dirigido únicamente a los docentes, especial porque es un tema que lleva mucho tiempo en mi cabeza -como otros temas también importantes dentro y fuera del aula a los que no se les da tanto espacio- y especial porque han sucedido muchas cosas en mi vida y en la vida de gente a la que estimo mucho, cosas que hacen que este tema, el papel de la resiliencia en nuestras vidas, tenga un valor más importante si cabe.

Hoy quiero agradecer esa atención, ese cuidado con los instructores, ese mimo que ponen con nosotros y que al final redunda en un mejor trabajo realizado por nosotros. Desde el punto inicial hasta el punto final, hay un cambio tan grande y tan positivo que es increíble el buen trabajo que hacen.

Hoy quiero mostrar lo que he conseguido con mis cursos, pero también con su apoyo, con su ayuda, con su ánimo y con su trabajo. Sin ellos, habría sido imposible conseguir lo que he alcanzado en este tiempo.