Que las artes deberían estar a pleno rendimiento, con derechos de liga de divisón de honor y afectando a cualquier otra área no es algo nuevo que hayas leído en este blog.
Que la neurociencia es algo que cada vez tendrá más peso en la educación y en el conocimiento o que tenemos del cerebro tampoco es algo que no se esté dando a conocer en cualquier sitio de la red.
Que el hecho de que la música afecta al cerebro y su relación con las matemáticas, con el arte, con la creatividad, con el emponderamiento (o como quieras llamarlo), el planteamiento de ensayo error, asumir riesgos… Más que harto conocido.
Y aún así me asombra como el ser humano, independientemente del lugar en el que haya nacido, de la cultura que tenga, religión de profese o nivel de conocimientos tenga, es capaz de generar bajo el mismo sistema una melodía basada en la escala pentatónica.
Y, si de paso podemos ver al genio de Bobby McFerrin, en un congreso de neurociencia… Creo que no podemos pedir más.
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