La formación del profesorado en los EE.UU. y el MIR educativo | jordi adell
Me pasa con esta entrada lo mismo que con la de Fran Iglesias sobre el uso de las TIC en el aula, que es mucho mejor artículo del que yo podría escribir. Pero voy a añadir un par de comentarios a los del blog de Jordi Adell.
El hecho evidente es que, tal y como está el acceso a la docencia pública, el proceso selectivo de concurso-oposición no funciona, el periodo de prácticas es una risa, la entrega de unidades didácticas, para unos si y para otros no, es de juzgado de guardia, la contabilidad de “méritos” (eufemismo de “años que llevas currando en la administración por haber estado en una lista” obviando otras consideraciones que para mi pesan mucho mucho más) es de vergüenza, la tutorización/mentor/guía es de pena.
¿Quienes son los verdaderos intermediarios en la cuestión del acceso a la función pública docente? Es decir, a quien se le consulta? a quien se le pide asesoramiento en cuanto a la formación docente en este periodo? ¿Deben ser únicamente los sindicatos? ¿Deben ser asesores propios del ministro, digo… ministerio?
No creo que deban ser los sindicatos, más allá de lo que pueda significar en los derechos laborales, esto es, asignación de carga horaria y sueldo. Tampoco deben ser únicamente los políticos, puesto que desconocen o no les interesa conocer los problemas reales que hay que aborar de cara al futuro de la educación, o el delegar poderes a los centros y a los docentes más allá de ser la simple correa de la administración.
Las personas que deberían estar detrás de cualquier reforma de este tipo son por una parte profesionales de la formación de docentes, sobre todo aquellas personas que, por su trayectoria, están en la vanguardia de la innovación y el necesario cambio y actualización del sistema
Eso debería excluir a auténticos energúmenos que escriben panfletos (nunca mejor dicho) como el “panfleto antipedagógico” del que me niego a dar detalles, más que nada por la cantidad de estupideces y burradas que se pueden decir en tan pocas páginas contra la educación, porque lo que defiende no es educación, ni llega a la altura de formación, simple y tristemente aséptica instrucción.
De entre los comentarios de la entrada de Jordi Adell, yo destacaría la de Jose Luís y su comentario aerca del (parece que parado) proyecto de formación http://www.tissnte.eu/ con mentores a nivel europeo. Ese podría ser un interesante camino.
Lo que está claro, desde mi punto de vista, es que cuestiones como la rebaja del baremos de cualificaron para algún colectivo en concreto, el diferente rasero hacia las personas que intentan superar las oposiciones como interinos/contratados y los de acceso libre poco tiene que ver con la búsqueda de la calidad entre los docentes que intentan acceder a un puesto en la escuela pública. Y es muy triste que ese no sea el primer punto a tener en cuenta por parte de todos los agentes y parece que, una vez más, hay otros intereses que poco o nada tienen que ver con la búsqueda de los mejores profesionales en la educación.