Acaban de salir los resultados provisionales de los cursos, seminarios y grupos de trabajo aprobados en la Comunidad Autónoma de Murcia.
Hay varias cuestiones que deberían dejarse claras cuando se adjudican o modifican proyectos iniciales creados en los propios centros:
- Quien decide y cuales son las razones para modificar las condiciones establecidas por los miembros de un curso. Me refiero a las horas impartidas básicamente. Quien decide que 30 o 40 o 50 no son suficientes o son demasiadas y por qué?
- Cuales son los criterios para dotar de más o menos dinero al curso en cuestión cuando la cantidad no es igual (siempre inferior) a la diagnosticada en la presentación del proyecto.
- Qué validez tienen las personas que son designadas para cualificar esta formación? es decir, ¿los representantes designados, hablo concretamente de los cursos de tecnología educativa, están cualificados para poder designar qué cursos deben tener más o menos aporte económico o tempo de formación?
La verdad es que me gustaría saberlo, porque viendo la relación de cursos aprobados, encuentro no pocas incongruencias, alarmantes diferencias económicas muy cuestionables por el gasto que implican y muchas preguntas que quedan en el aire.
Otra cuestión es la linea educativa -o tecno-educativa- que debe (o debería) tener la administración, pero claro, eso ya queda evidenciado cuando alguien apuesta por poner PDIs a mansalva en los centros educativos, potenciar la “enseñanza del siglo XXI” a base del libro de texto digital, a través de dispositivos que poco o nada pueden aportar (vamos, que casi los compran en el todo a cien de la esquina) o para hacer lo mismo.
Y menos todavía cundo su uso va exactamente en la misma dirección que el anterior equipamiento tecnológico, el uso de plataformas como (la bastante penosa y muy en la linea tradicionalista) Agrega o, en medio de una conferencia sobre dispositivos digitales y aprendizaje, escuchar a un mandamás de la administración estupideces como “claro pero… y las áreas instrumentales, qué??
Así que cuestiones como PBL, descubrimiento, múltiples inteligencias, alfabetización del siglo XXI, lenguaje audiovisual, creatividad, interdependencia quedarán relegadas una vez más como no importantes.