Empieza el nuevo curso, algo que los políticos entienden de otro modo.
Como desde hace ya unos cuantos años, el tema “educación” es un tema candente, pero lo es más por cuestiones políticas, por lobbies, por poderes de sindicatos y partidos que por la cuestión de aprender y enseñar. Todos dicen tener razón y todos parecen defender la pureza de sus objetivos.
La cuestión es que, todos ellos (o prácticamente todos ellos) no han pasado por un aula nunca o desde hace decenios o como mucho se han acercado a la teoría de la mano de algún asesor de otro país que se le ha convencido de lo bueno que es su propuesta (me estoy acordando de los asesores norteamericanos que han sido el mantra de la actual ley bajo el paraguas de la economía de la educación: output vs input).
Lo que todos ellos parecen olvidar, cuando se redacta la ley e incluso las normas inferiores, es de lo inaplicable de muchas de ellas. Por poner unos de los ejemplos más absurdos que existe actualmente: el querer abordar el aprendizaje bajo la idea de las competencias, pero divididas en “estándares” que -oficialmente- hay que cumplir a raja tabla. Pero no contentos con tener que asumir todos los estándares, que no son pocos, los centros tienen que crear un perfil competencial y ¡atención! en las programaciones se deben delimitar los porcentajes de cumplimiento de cada estándar temporal y conceptualmente. Además hay los mínimos exigibles para poder conseguir un aprobado y, como no, las famosas reválidas de la ESO y bachillerato que están por encima de todos esto y que nadie sabe si se aplicarán sobre competencias o sobre contenidos.
¿Os habéis enterado de algo?
No ¿verdad? pues aún puede mejorar, porque esto hay que unirlo al interés (esta vez sano, si!) de introducir las dinámicas activas de aprendizaje (por fin!!) y delimitar como se establecen los mecanismos de evaluación para cada porcentaje de cada estándar de cada competencia temporalmente durante un año y por alumno. No es posible cuadrar una dinámica de aprendizaje, las inteligencias múltiples, la taxonomía de Bloom, SEL, mentalidad de desarrollo, el emprendimiento, empoderamiento del alumnado y evaluar a ese nivel cada porcentaje de cada estándar de cada competencia. Sería conseguir la cuadratura del círculo.
Y a esto lo llaman educar!!
Ah! y todavía no hemos nombrado a la inspección y su burocrática actuación, la cual necesita de una actualización sobre dinámicas de aprendizaje, metodologías, neurociencia, teorías de la educación y comportamientos de liderazgo pero ya!!
Definitivamente hemos perdido el norte. Hemos olvidado qué significa aprender y qué es lo importante en una experiencia de aprendizaje común en el aula.