Juego de cartas ortográficas
La ortografía es un elemento extraño. Seguramente cuando somos niños la odiamos… bueno, la odiamos de la manera que puede un niño odiar, que tiene use ver mucho con no querer verla delante, pero tener que aprenderla.
Todos cometemos errores ortográficos, y más cuando somos pequeños, aunque existen formas y formas de aprender, es aquí donde el cerebro nos juega una mala pasada, ¿cómo podemos aprender algo en profundidad? repitiéndolo. Pero repetir palabras para eliminar errores ortográficos es tremendamente aburrido.
La otra forma es leyendo mucho, mucho, mucho. Tanto que nuestro cerebro acaba por decodificar cada palabra de la forma en que debe ser escrita. Pero esta otra opción tiene un handicap, y es que los pequeños tienen que leer grandes cantidades de texto para alcanzar un nivel alto de palabras por minuto, lo que permite que nuestro cerebro no descodifique palabra a palabra sino bloques de información y eso mejora la comprensión global.
Pero en ocasiones nos encontramos familias, contextos, situaciones en los que el ritmo de lectura, el acceso a ella, los niveles de lectura en familia, o el nivel socioeconómico de la familia (elemento extremadamente importante para esta variable) impide un nivel alto en esta cuestión.
Este es un simple material para usarse en clase, no tiene más pretensión que ese, de hecho, las frases están construidas por el alumnado de Tigres y Gallifantes, mi alumnado de aula de primaria desde hace 4 años. Sí, lo sé, ¿cuatro años? ¿Cómo es posible?
Aparte del hecho de que me sorprende que la gente se sorprenda, de estar hastiado de oír de argumentos tan poco profesionales como: “tienen que tener otros profesores para que vean otras formas de enseñar” (que lo suelen decir aquellas personas que imparten sus clases de la forma más arcaica y clásica posible).
Aparte de estas cuestiones, como digo, creo que es una forma de generar un vínculo fuerte, de conocer al alumno de verdad, de conocer sus flaquezas y fortalezas e intentar ayudarlo, de conectar con las familias y de realizar un proyecto ambicioso, que como todo proyecto ambicioso requiere más de un año o dos.
Lo triste es que se a vea desde la administración o incluso desde compañeros de profesión como algo negativo. En fin…
Aprovechando la coyuntura de este material, vamos a hablar rápidamente de las diferencias entre
Gamificación vs GBL
La GAMIFICACIÓN es una metodología que usa las mecánicas y dinámicas de los juegos para llevarlos a contextos que no son juegos y en los que se pretenden modificar algunas conductas. Siempre se pone el ejemplo de las matemáticas porque, para muchas personas, es una actividad cansada, complicada y poco placentera (… mucha mentalidad fija tenemos en esta cuestión). La Gamificación no intenta (o por lo menos estaría usándosela incorrectamente) que el alumnado realice muchas más tareas o con menos errores en tareas repetitivas matemáticas, aunque se pueda conseguir mejorar los resultados de las mismas, eso sería muy pobre. Realmente intenta mejorar la actitud y la mentalidad del aprendiz cuando se enfrente a este tipo de acciones, atacando directamente al cerebro, concretamente a us sistema de recompensa.
GBL o Game Based Learning o también conocido como ABJ (Aprendizaje Basado en Juegos) va más en la linea de usar juegos (electrónicos o manipulativos) que permitan adquirir contenidos o practicar diferentes estrategias, como el que usa el juego del Parchís para mejorar el cálculo mental. En este caso, como es evidente, el juego de cartas ortográfico está más en la linea del segundo concepto.