HACKEANDO EL CEREBRO

Nuestro cerebro es una increíble máquina que nos permite hacer una infinidad de cosas. Pero. a diferencia de laque se creía antiguamente, nuestro cerebro no es inmutable, no tiene una capacidad perenne al mismo nivel desde el nacimiento, ni sus posibilidades son deterministas.

Muy al contrario, lo que la neurociencia ha demostrado es que la neuroplasticidad es una característica de todos los cerebros humanos, independientemente de su cualidad inicial. El contexto influye de forma drástica. Y si el exterior influye, ¿cómo no va a influir lo que nos decimos hacia dentro.

cómo nos engañamos, nos mentimos y nos flagelamos a nosotros mismos, haciéndonos creer que somos menos de ese enorme potencial que realmente somos o que no podemos aspirar a más. 

A estas alturas, hablar de la implicación de las emocione en los procesos de aprendizaje es algo trillado. Ya lo dijo Francisco Mora hace años. Sin emoción no hay aprendizaje. Dicho así, que parece ser relatado en positivo, suena muy bien, pero nadie ha dicho que esto funcione únicamente en positivo. Las mociones negativas también influyen en todos los procesos de la vida, en el aprendizaje también. ¿Alguien duda que alguien furioso puede estar en una situación factible para aprender ? ¿O si la tristeza hace mucho más complicado enteré o o procesar información compleja?…  claro que no. 

Toda esa mescolanza de opciones y pensamientos constituyen un todo que modela el presente pero se proyecta en el futuro mostrando nuestro comportamiento para con los demás, hacia el exterior como un reflejo de lo que sucede en nuestro interior. Por eso es tan complicado aprender cuando nuestro comportamiento está dominado por unas emociones no adecuadas y unos pensamientos negativos hacia nosotros y hacia nuestra situación, llevándonos en numerosas ovacione al pasado en donde buscamos refugio o causas a las que agarrarse. O también haciéndonos viajar a un posible futuro donde, de nuevo, posemos sufrir o tocar nuestra ira. 

Esos pensamientos son el efecto de las emociones no adecuadas y de los pensamientos negativos que nos decimos a nosotros miemos. Pero no tiene por qué ser así. Podemos cambiar nuestros pensamientos, trabajar la mente, hackearla para llevarla a donde necesitamos. 

Llegar a este punto significa ser consciente de nuestras limitaciones peo también de nuestro potencial, de tener la fuerza de querer ser más de lo que hemos sido ayer  y ser  mañana algo diferente. Ser más consciente de nuestras emociones y de auto regularnos en los momentos que necesitamos. Ser capaz de crear hacia nosotros mismos los pensamientos positivos que nos ayuden a crecer, a llegar más lejos, al igual que intentamos hacer para con las personas que tenemos cerca. Ser capaz de comportarnos de una forma positiva, empática, activa y más acorde con unos valores con los que estar de acuerdo y ser felices. 

Si somos capaces de hacer todo eso, contra muchas variables que nos encontramos en la vida y con muchos retos por delante que abrazar y superar, entonces llegaremos a cambiar nuestra forma de hacer las cosas.

Y si estamos convencidos de que esto es así, y la neurociencia ha demostrado que esto se puede hacer y es el mejor camino para aprender… ¿por qué no ponemos todo de nuestra parte para crear las mejores situaciones de aprendizaje para las niñas y niños a los que ayudamos a hacer crecer?