Guía del estudiante para el aprendizaje basado en proyectos y en retos
El desarrollo de experiencias de aprendizaje implica pensar y construir diseños de experiencias CON el alumnado. Experiencias enriquecedoras más allá de la asimilación de contenidos, la comprensión conceptos o la aplicabilidad de procesos en nuevos entornos.
Hay un aprendizaje ulterior relacionado con las habilidades de la personalidad, con las relaciones humanas y con el desarrollo que cuestiones como la resiliencia, la autoestima o la asunción de riesgos. Son elementos clave para desarrollarse como aprendices, para promover el “expertise” y abrirse al mundo.
Conócete a ti mismo
Si te conoces a ti mismo, conocerás tus debilidades y tus fortalezas. Las oportunidades que se abren y las fronteras que se ciernan, y que debes abrir para ti mismo y parar tus compañeros.
Identifica tus pasiones
Trabajamos más y mejor cuando lo hacemos sobre aquello que nos apasiona. Investigar sobre qué nos apasiona, conocer estas y otras opciones, desarrollarlas y hacerlas crecer es una auténtico aprendizaje para toda la vida.
Establece un calendario
Proponerse trabajar es establecer momentos para los borradores, para las ideas, para los acuerdos y los prototipos. El calendario nos iguala en los objetivos en la variable del tiempo y obliga a conocer cómo nos desarrollamos en el “deadline”.
Crea tus metas
Todas tus metas como aprendiz, como persona, como grupo son mucho más importantes para ti mismo que las que te puedan inculcar pero, sobre todo, son más poderosas y abren nuevos umbrales de conocimiento. Sólo debes pensar que unas y otras pueden estar más conectadas de lo que crees.
Sé social
Trabaja con los demás, aprende de los demás, enseña a los demás… pero no te quedes ahí: muestra al mundo lo que haces. tu mundo es real y virtual. Colaborar y compartir tiene un significado global para ti (la red, la mensajería, las redes sociales… son tu día a día).
Los proyectos, retos y problemas solo son puntos iniciales del movimiento.
Colabora con otros
Trabajar con otras personas implica tomar decisiones en conjunto, valorar otros puntos de vista tanto si estamos de acuerdo como si no con ellos, errar (y acertar en equipo) así como discutir para saber qué rumbo tomar. Trabajar con otros es algo que haremos el resto de nuestras vida… y debemos empezar pronto.
Utiliza tecnología
En este momento histórico el uso de la tecnología para el desarrollo del aprendizaje es incuestionable. Lo que nos debería hacer pensar es cómo la usamos y si esta está en manos de los aprendices para desarrollar la competencia digital, sin olvidarnos de las habilidades cognitiva, emocional y social.
Involucra a adultos
Los asesores externos pueden ser una ayuda increíble para acercarnos el conocimiento de otro modo, además de mostrarnos facetas que los docentes no podemos ni alcanzar a ver. Personas que trabajan en empresas externa, expertos en un área, facilitadores, las posibilidades son enormes.
Trabaja con intención
Desarrollar proyectos de aprendizaje como alumno exige un nivel de implicación mucho mayor. Hacerse responsable del aprendizaje propio es algo más que afirmar con la cabeza cuando el maestro o compañero presenta algo. Exige ser responsable de uno mismo, de tu equipo y de las personas que necesitan ayudan.
Evalúa el progreso
Evaluar no debería ser simplemente calificar o parametrizar a las personas. Debemos entender evaluar como valorar y conocer en qué punto estamos del conocimiento, del aprendizaje y del proyecto y las causas de esta situación, los roles que llevamos a cabo cada uno y cómo lo hemos logrado, e intentar seguir creciendo.
LA EXPERIENCIA COMPARTIDA DE APRENDIZAJE ES EL AUTÉNTICO MOTOR
Investiga
Investigar implica abrir la puerta del aprendizaje profundo, el que no se termina con la simple localización de la prepuesta sencilla. Investigar implica conocer las ramas de ese aprendizaje, sus efectos colaterales y las necesarias conexiones con el “qué” y el “cómo”, pero sobre todo el “por qué»
Difúndelo
Da a conocer lo que haces al mundo significa conocer estrategias de publicidad, los medios de comunicación y los lenguajes textual y audiovisual que están a nuestro alcance para difundir un mensaje, una historia, un producto.
Reflexiona
La parte mas importante, todo lo anterior no tiene sentido si no existe una profunda reflexión individual y colectiva en todas las esferas. Cómo nos afecta a nivel emocional y social y dónde lo localizamos en nuestro nivel cognitivo y las relaciones con otros conceptos y procesos.
RETOS vs PROBLEMAS vs PROYECTOS
Aunque todas son coincidentes en algunos puntos, no todas trabajan del mismo modo. Tampoco significa que sean excluyentes, como no lo es realizar una increíble clase magistral del hecho de usar Gamificación a lo largo de una experiencia de aprendizaje. Aunque en muchas ocasiones parecen ser usados indistintamente y para entidades como pblworks.org existe un único marco, lo cierto es que hay pequeños matices que nos pueden permitir usar uno u otro según el contexto, el objetivo o incluso la formulación que nos parezca más acertada.
El aprendizaje basado en proyectos nos permite profundizar sobre uno o varios conceptos (El sistema solar, la respiración de los animales, el teatro en el siglo XVII,…) usando estrategias de búsqueda, cribado de información, transformación de la misma y presentación de informes. Ese “proyecto” puede implicar aprender procesos, acercarse a conceptos avanzados, o incluso reflexionar sobre las causas y consecuencias. Normalmente intervienen varias personas en un mismo equipo, pero puede darse a nivel individual.
El aprendizaje basado en problemas, establece un problema básico de conocimiento (¿cómo flota un objeto sobre el agua?, ¿cómo mido la altura de un edificio?, ¿cómo se atraen o repelen los imanes?, ¿cómo funciona un proyector de cine?,…) y desde él se inicia una búsqueda de posibles soluciones o experimentos que tengan, como fin último, una posibles(s) soluciones demostradas empíricamente.
Y finalmente el aprendizaje basado en retos busca proponer un hito, un reto, un “challenge” como se denomina en inglés, que podemos encontrar en nuestro entorno (mejorar el transporte urbano, reducir la cantidad de basura, mejorar la calidad de vida de nuestros ancianos, desarrollar un sistema de ventilación autosuficiente,…) y en el que hagamos uso de múltiples estrategias para acabar aportando una posible solución y reflexionemos sobre el qué, tanto como sobre el cómo y el porqué en todas nuestras esferas (cognitiva, emocional y social).
La reflexión, muy posiblemente uno de los puntos que siempre dejamos más de lado en el desarrollo de experiencias de aprendizaje y es, seguramente, uno de los elementos esenciales en el verdadero aprendizaje. Una reflexión individual, pero también una reflexión en grupo, colectiva. Y estas reflexiones no solo hacen referencia a la parte cognitiva, también a las áreas socio-emocinales, tan importantes en el parendizaje.
DINÁMICAS
aprende más profundamente
Que las dinámicas activas de parendizje nos dejan un poso más profundo parece más una creencia que un hecho. Pero lo cierto es que sí, el aprendizaje en el que el alumnado es parte integrante del desarrollo del proceso permite aprender más y mejor. Lo que sucede es que la “sensación” de estar aprendiendo más de una charla o una clase magistral es algo muy poderoso, pero es exactamente eso: «una percepción”.
Ya en 2011 se realizaron estudios que confirman el hecho de que el aprendizaje es más profundo cuando se utilizándooslo este tipo de estrategias. Pero en 2019 se publicó un estudio en la «Proceedings of the National Academy of Sciences” por Louis Deslauriers, director de Ciencias de enseñanza y aprendizaje de la Universidad de California en el que se demostraba que parte de ese aprendizaje producido en una “lecture”, como se denomina en inglés, está más conectado con la percepción que con la realidad.
La cuestión de si las percepciones de los estudiantes sobre su aprendizaje coinciden con el nivel de aprendizaje es tremendamente importante, porque a priori el alumno ve el valor del aprendizaje activo, pero inicialmente se llega a sentir frustrado, algo que una conferencia elimina. Sólo hay que escuchar…
El aprendizaje activo es una trabajo duro, constante, de objetivos que deben replantearse y de reflexión… exige un cambio de mentalidad que “cuesta” mucho más que el sentarse a escuchar.
ACTIVAS
aprende socializando
Por otro lado, muchas veces nos olvidamos (y de hecho el sistema lo ha relegado a algo anecdótico) que la escuela, el sistema educativo, es un proceso socializador en el que no solo debería tener lugar la conexión entre las personas en sus momentos de juego libre -momentos tremendamente importantes en el desarrollo psicoevolutivo y neuromotor- sino también en los momentos de aprendizaje formal. Trabajar en equipo es mucho más que repartir trozos de información o tareas concretas que han de ser realizadas individualmente. Una vez más, las soft skills (habilidades relacionadas con la personalidad) juegan un papel determinante para llevar a buen fin un producto interdependiente, en el que todos dependen de todos, aunque haya momentos de trabajo individual.
No se puede aprender a gestionar el tiempo de realización de proyectos, la gestión emocional propia y la gestión de nuestras respuestas ante las emociones de los demás, la resiliencia o la empatía ejecutiva si no realizamos aprendizajes en el que tengamos que interactuar con nuestros iguales. Parte de las funciones ejecutivas solo tienen lugar si se producen espacios libres y de autogestión: planificar exige tener cierto control sobre las decisiones de uno mismo. La inhibición o la adaptabilidad exigen entornos y planteamientos constantemente cambiantes o nunca podrán adaptarse a nuevos escenarios.
Aprendizaje basado en problemas, basado en proyectos o basado en retos son marcos que precisan de un equipo, de objetivos comunes, de roles, de discusión y de toma de decisiones… Y en todos ellos es necesario positivizar el error, sólo así podemos avanzar en un verdadero aprendizaje.