Muchas veces hemos oído términos como “inmigrantes digitales” o “nativos digitales”, términos inventados por Marc Prenski para referirse a grupos de personas que se han ido incorporando la tecnología con muchas reticencias, miedos y problemas a resolver intentando reutilizar estrategias traídas de la época de las tecnologías analógicas y a aquellos que han nacido dentro de la tecnología -y por ello la usan de forma natural-.
Algunos no estamos de acuerdo con esta clasificación. Bien es cierto que las pequeñas y pequeños demuestran poco miedo a la hora de abalanzarse sobre la tecnología, sin miedo a que no se rompa ni se estropee nada, sin miedo a probar cosas nuevas que les puedan estimular.
Ahora empieza a aparecer otros términos para referirse a grupos de personas que ya han nacido y son usuarios diarios de tecnologías de comunicación. algunos los denominan “generación Google”, pero tampoco creo que sea una termino que los (nos) defina. Personalmente me paree más adecuado el termino “Generación i” (que no sé si está ya utilizado para otros menesteres).
Lo de “i” es debido a “internet” (Google, la blogosfera, las redes sociales…), al “iPod” (por las nuevas formas de consumo de contenidos audiovisuales y de distribución de los mismos entre iguales) y al “iPhone” (el fenómeno “smartphone”, los nuevos dispositivos digitales personales, la informática transparente y accesible a todos).
No es menos cierto que los jóvenes son, como el resto de personas, usuarios de la tecnología que necesitan. Esto es, son usuarios de las apps de chat o mensajería instantánea, son usuarios de la fotografía rápida y usuarios de las videoconsolas y de los juegos en linea, al igual que de las plataformas sociales que visitan y de las que conocen sólo las herramientas de las que hacen uso.
La cuestión es que pocos hacen un uso “creativo” de dichas herramientas, en mi opinión porque nunca han sido educados a satisfacer la curiosidad sobre sus posibilidades, ni tampoco han sido educados para entablar una comunicación con el medio a través de la creatividad. Los “institucionalizamos” a hacer uso de la tecnología obligándolos a seguir las mismas pautas que en las anteriores herramientas analógicas, basadas en un abuso del trabajo memorístico, sin interacción con elementos creativos ni en el desarrollo de proyectos que desarrollen sus habilidades, destrezas y competencias comunicativas y expresivas.
También tenemos que buscar el modo de trabajar esas mismas tecnologías de forma más provechosa. Debemos ayudar al alumnado a que sean más selectivos en la información que reciben, en la crítica que hacen de la misma y en su emisión.
- Crítica selectiva
- Creatividad
- Búsqueda de proyectos de aprendizaje colaborativo
- Tecnología transparente