Ya llevo unas cuantas enteradas en el blog y me empieza a fallar la memoria… y hasta el buscador. Así que, por si acaso, propongo esta entrada y si alguien la ve doble… bueno, que meló diga y borro una de las dos.
La cuestión es… cómo resolvemos problemas con el alumnado. Aparte del hecho de mostrarles la “respuesta adecuada”, creo que es más importante enseñarles la estrategia para llegar a esa respuesta. E incluso voy más allá… enseñarles en qué deben fijarse para que creen su propia estrategia (o una estrategia) que les permita resolver SUS problemas y los que se encuentren a lo largo de su vida.
Evidentemente no es lo mismo enseñar a un niños de 3 años, que a uno de 15. Aunque podría atreverme a asegurar que este hecho podría utilizarse con muchos de nosotros, ¿o acaso sabemos todos nosotros resolver problemas? ¿y los nuevos (y desconocidos) problemas a los que nos enfrentamos?
La cuestión es cómo tratar esos proveemos, mostrar caminos (no recorrerlos con ellos), proponer diferentes alternativas, y que el alumnado tome sus decisiones… y que se arriesguen.
Lo malo es ver un docente que, a esto, no le da valor. Y pasa mucho en las clases, por desgracia.
El otro día leía a alguien afirmando lo siguiente.
No podemos pretender construir personas con pensamiento crítico, construir personas que debatan y hagan debatir, que rebatan y hagan rebatir y que contrasten y pidan contrastar.
Y eso hay que hacerlo desde el minuto uno, desde el inicio… con rutinas y destrezas de pensamiento, con resolución de problemas que presenten un diferencial cognitivo, con situaciones que generen problemas emocionales que hay que gestionar.
Sólo aí podremos ayudar a que las personas crezcan con pensamiento crítico. Y no esperar a que sean eruditos del tema paralelo… ese es el problema. que esperamos que esto lo hagan eruditos, cuando está en manos de todos nosotros hacerlo a nuestra medida.
Por eso es tan importante desarrollar las habilidades en la resolución de problemas… no para que te den un 4,95, nota real -y estúpida- impuesta por un docente en un examen de 1º de la ESO hace una semana- sino para resolver problemas reales de la vida. Esa es la verdadera competencia.
Ese es el papel del desarrollo pleno y holístico de la educación. La construcción de nuestras habilidades para resolver problemas, no sólo problemas cognitivos sino también emocionales y sociales. El desarrollo de un aprendizaje SEL es vital en dicha construcción y tengo la sensación de que no se le da la dimensión adecuada.
¿Acaso no tenemos de adultos más problemas emocionales y sociales que cognitivos? ¿Acaso los primeros no influyen de manera decisiva en la consecución de una buena resiliencia? ¿acaso todo lo que nos pasa de adultos tiene que ver exclusivamente con el componente cognitivo?
Sabemos que no es cierto y por eso el desarrollo esencial de las habilidades de resolución de problemas, más allá de lo que significa conseguir una calificación en un boletín. Así que comencemos por ayudarles a resolver sus propios problemas de forma autónoma, de forma dialogada y de forma social… como esperaos que hagan el día de mañana.