Ultimamente asisto como espectador a una discusión que me parece un sinsentido y un enorme error de enfoque. Existe el planteamiento de algún «experto/a» en educación en el que elementos tecnológicos que empiezan (todavía empiezan por desgracia) a presentarse en las aulas son defenestrados, en especial las tablets, entre ellas, o quizás la más criticada entre ellas: el iPad.
En este arículo, Catherine L’Ecuyer critica las tabletas considerándolas un problema para el futuro de la educación. Realmente que alguien que es incapaz de ver el potencial de un elemento tecnológico con tanta potencialidad, alguien que se basa en su propia ignorancia de lo que se puede hacer para negativizar su uso es alguien a no considerar como válido.
ACTUALIZACION: Para que quede constancia… cuando hablo de ignorancia y viendo lo que se expone en el artículo al que hago referencia, me refiero exclusivamente a que se es ignorante (no conocedor) de esta materia, lo cual se evidencia por sus propias palabras y opiniones. Muy seguramente es muy hábil, conocedora y competente en otras áreas de igual o mayor interés.
La primera premisa es saber de lo que se habla, tener un bagaje (en este caso tecno-metodológico) muy amplio para ver las posibilidades transformadores en un buen uso dentro del aula. Las tabletas no son una cortapisa del mundo analógico, más bien son un poderoso aliado para entender el mundo físico, para interpretarlo, para registrarlo indiferentes lenguajes y formatos, para recoger muestras, para analizarlas, para cotejarlas… En eso las tabletas son, muy seguramente, la mejor opción actualmente.
Otros profesionales lo hacen, desde mi punto de vista, de forma tremendamente incorrecta. Docente y técnicos que, increíblemente, creen que los nuevos modelos de aprendizaje basado en tecnologías móviles y transparentes son usadas como meros instrumentos para acceder a la nube, la simplista ofimática, el trabajo textual online, la conectividad con servidores remotos o el anacrónico libro de texto escolar.
Aumentando el desconcierto algunas personas anteponen su propio criterio en cuanto a uso de licencias GNU, software libre, etc. en el uso e implementación de dispositivos, recortando clarísimamente las potencialidades que presentan los dispositivos de este tipo que, por mucho que no quieran verlo, no están a la altura de lo que la experiencia de aprendizaje requiere en estos casos: la curva de aprendizaje, las posibilidades de creación, la transparencia de las apps, cuestiones que algunos dejan de lado… equivocadamente.
Estos dispositivos potentes como casi ningún otro, concentradores de experiencias y tecnologías poderosas como la móvil, el lenguaje audiovisual o la interconectividad de dispositivos y tecnologías no pueden quedar relegadas a una mera formalidad del e-Learning. Esta visión anacrónica no hace más que poner freno a las enormes potencialidades que presentan las tabletas y, en especial, a aquellas que trabajan los lenguajes alternativos al texto, los lenguajes que han estado relegados en un segundo plano y que lamentablemente siguen estando cuando la alfabetización digital las contempla al mismo nivel que el lenguaje escrito. La óptica de estos docente y técnicos, aveces en puestos de responsabilidad, son un auténtico freno a la necesaria renovación de la tecnología y su buen uso en el aula.
Introducir la tecnología móvil en el aula se está haciendo desgraciadamente de la misma manera que muchas anteriores tecnologías. Como un primer paso del modelo SAMR, el de la sustitución… pero de forma permanente y no como un necesario paso evolutivo par alcanzar la redefinición del proceso de enseñanza-aprendizaje.
Ambos acercamientos, el del técnico que sigue trabajando igual que hace 30 años y el que se sustrae de la lectura del artículo mencionado, contrastan con esta otra óptica mucho más rica y con mayor visión de futuro en un artículo firmado por Gareth Beavis para TechRadar.
La cuestión más interesante a ver es, por un lado, creernos todo lo que realmente nos ofrecen la tecnología móvil. Por otro, la formación docente, clave para entender como se debe utilizar de forma efectiva y positiva la tecnología móvil en el aula: basarse en la interdependencia para el desarrollo en las experiencias de aprendizaje, desarrollarlas potenciando la creatividad y los lenguajes de alfabetización digital y usarlas en contextos reales utilizando metodologías activas. Puntos que son, claramente, los que le faltan a muchos de las personas que reniegan de su uso en el aula.
Comments: 11
No podemos olvidar que nuestros estudiantes deben ser capacitados para actuar en el contexto del siglo XXI, en un mundo globalizado, por tal razón es muy importante que se capaciten en el uso de las herramientas digitales.
Efectivamente, lo son ahora y puede que en un futuro se conviertan en viejas… quien sabe.
Quedarse en modelos de trabajo con tecnologías anteriores (que me cuestiono por anacrónicas en según qué contextos) es lo mismo que decir que eran válidas para todos los objetivos y que las nuevas no vienen a añadir nada. Y es posible que no añadan nada si se las usa como a las anteriores. Las nuevas tecnologías necesitan un punto revista nuevo, sino es un contrasentido.
Está claro que cada docente defiende lo que conoce y, sobre todo, con lo que se siente cómodo. Ya sea una marca, un tipo de equipamiento o, incluso, algún tipo de metodología concreto. Yo, maestro de primaria e infantil y defensor del uso de tecnologías en el aula, hace dos años no quería ni oír hablar de la marca de la manzana, y a día de hoy aún no sépor que. En mi aula de quinto de primaria usaba los miniportatiles para realizar con los alumnos actividades flash en el ordenador o en la pdi, montábamos algún vídeo, navegábamos por internet, realizábamos textos… El uso típico de la tecnología en primaria. Ahora estoy en infantil, y el ordenador no es accesible para los niños, manejar un ratón es una ardua tarea para un pequeño de tres años. Por eso tuve que buscar otra opción tecnológica, y los iPAD me abrieron un mundo de posibilidades. Al poco de introducirlos en el aula, comprobe que los dispositivos móviles son un gran aliado para un cambio metodológico. Mis alumnos de 3 años han creado audiocuentos, exposiciones de carteles con realidad aumentada, han tomado imágenes de su entorno y han realizado vídeos explicando el contenido, han creado juegos sobre contenidos curriculares…y todo a golpe de dedo en la pantalla.
Cada uno puede tener su óptica sobre la educación y lo que es mejor o menos bueno para los alumnos. Pero críticar y tachar de problema a las tablets, es como si yo ahora digo que el que los alumnos pasen demasiado tiempo escribiendo es un gran problema. Se dice que enseñamos como aprendimos, por eso el sistema educativo casi no ha cambiado hace 30 años. Hace falta gente que se atreva a romper con los establecido, y sobre todo, que sepan leer la realidad como es. Los alumnos viven en un mundo digital, basados en imágenes, más allá que las que puede ofrecer un libro.
En comentarios anteriores se criticaba la capacidad creadora de los iPADs. Para mi, esa es una afirmación, que para mi, demuestra que no se conocen ni se han usado en el aula.
Estoy completamente de acuerdo con el artículo, y el tono no me parece inadecuado, si tenemos en cuenta que se está retirando unas herramientas con un potencial educativo bestial. Como bien decía Manel, el problema está en los docentes, no en las herramientas. Yo no digo que sólo usemos tabletas o iPADs, hay mucha mas tecnología, pero en relación accesibilidad, potencia y capacidad creadora yo tengo claro lo que quiero que usen principalmente mis alumnos.
Reconozco que he llegado a tu artículo desde xarxatic.
Acabo de leerlo y asímismo he leido los posteriores comentarios.
También he leido el artículo al que te refieres, que en el fondo lo que dice es que hay que pensar el uso antes de gastar la pasta en ordenadores, lo cual es algo que por alguna extraña razón no se ha hecho en la administración educativa: pizarras digitales cubiertas de polvo, portátiles que los alumnos ya no traen a clase porque no se utilizan, etc. (ejemplos hay la tira 🙂
En fín, creo que tienes muy claro que el uso de las tecnología es beneficioso, pero da la impresión que no has expuesto de forma clara como hacerlo, de ahí las posibles críticas a tu artículo.
No comparto contigo la propuesta que haces: una tablet por cada 3 alumnos, un ordenador, una raspberry a compartir, el notebook no porque está defasado, ….
Dime antes que quieres hacer y te diré lo que necesitas, porque para navegar y escribir un documento en word, que es el 75% de las actividades que se realizan, con un ordenador de segunda mano en un aula informática reservada por horas, sobra. De acuerdo, no podrán tocar la pantalla ni conectar la placa al teclado, pero creo que no lo van a notar siempre que puedan usar Facebook y juegos en flash (es lo que hacen cuando no miras 🙂
Lo de dudar sobre los beneficios del sofware libre me ha llegado al alma. La administración educativa siempre ha tenido cierta «debilidad» por pagar licencias, programas de gestión que luego no se pueden modificar o academias microsoft. Yo particularmente preferiría que dieran el dinero a mi escuela y usar programas gratis.
Toda esta discusión me ha hecho reflexionar. En mi opinión actualmente hay que estar un poco a la defensiva con respecto a la tecnología en la educación después de los desastres realizados.
Entre los que abogan por la tecnología a saco están los grupos de presión: Telefónica, Microsoft, Toshiba, los consultores, etc. que se llenan la boca con los milagros que se van a conseguir en clase, cuando lo que de verdad buscan es formalizar contratos o venderte HW a precios inflados.
Ahora nos quieren venden una tablet porque el portatil y la fibra óptica ya nos los colaron; van a salir un montón de artículos diciendo susmostrando las bondades y beneficios de una buena tablet (si es de una marca con forma de fruta mejor, porque de las chinas que son más baratas no te puedes fiar 🙂
Despedirme diciendo que soy profe de informática, no tengo ningun prejuicio en usar un ordenador cuando sea necesario.
Un saludo,
Juan
Hola, encantado de que participes y muchas gracias por hacerlo 🙂
Vamos por partes.
1º Las críticas que realiza la autora a las tabletas no son proporcionales al resto de tecnologías y, por otro lado, critica el elemento tecnológico cuando debería criticarse la metodología de su uso. Culpar a las tabletas de malos planteamientos cuando los culpables son los docentes y su forma clásica de trabajar con ellas es un error muy común y muy cómodo de realizar.
2º Es muy posible que no me haya expresado bien a la hora de realizar mi crítica. Lo asumo. 🙂
3º En cuanto lo que quiero hacer, te diré que si tengo claro algo en educación es justamente lo que quiero hacer, lo que creo que se debe hacer y cómo se ha de hacer. Lo llevo haciendo años y, site das una vuelta por la sección de “conóceme” verás el blog de aula de los últimas años en un aula de primaria el primero de ellos y, con el mismo blog, en una aula de educación compensatoria en Murcia los dos siguientes. Y si, tengo muy claro lo que hay que hacer y lo que necesito para hacerlo. Si viajas un poco más por mi sección verás de lo que hablo y como lo hablo (algunas de mis conferencias están ahí alojadas).
Si me dices que lo que hace la gente en un 75% de los casos es coger un paquete de ofimática y escribir, entonces estamos ante el mayor error de uso de tecnología en el aula… mantener el texto como la mayor (prácticamente única, por desgracia) forma de transmitir información y generar conocimiento. Piscitelli afirma que estamos en la época postgutemberg y la escuela no se ha percatado de ello.
Y si la tecnología en aula está para que el alumnado realice juegos en flash es que no hemos aprendido nada en los últimos veinte años de construcción del nuevo paradigma educativo, ni se conoce los que es el SAMR ni el TPACK, ni la teoría de inteligencias múltiples ni el construccionismo, ni el conectivismo ni nada de nada. Que el profesorado haga eso no hace más que autoafirmarme en mis posiciones.
Sí que tengo claro que es lo que hay que hacer y pasa por tener muy claro cual es el papel del alumnado y qué es lo que nos permite hacer la tecnología y donde hacerlo, pasa por desarrollar la alfabetización e identidad digital, pasa por utilizar la tecnología más transparente posible y pasa porque los centros tengan cierto papel relevante a la hora de asumir riesgos en cuanto la incorporación de tecnologías al aula y en la creación de proyectos aprendizaje autónomos… que lo de que los centros tengan autonomía de centro… para según que cosas.
4º En cuanto al tema de que la administración tiene cierta “tendencia” a usar licencias creo que eso ha pasado, en educación, a mejor vida. Siguen pagándose licencias pero no es en educación en donde se están implementando. Más bien lo que está pasando es que el groso del montante se va en adquirir hardware de muy dudosa calidad, pero que muy dudosa. Sucede también que las administraciones de muchas autonomías, bajo ese paraguas, están sacando a concurso proyectos mastodónticos que, si bien no usan software privativo, si que va el dinero a empresas y posteriormente salen auténticos esperpentos, con software libre y lo que quieras, pero esperpentos. Y hablo de millones euros. Que te cuenten el despropósito en Andalucía.
Yo particularmente preferiría que el dinero fuese al centro y éste decidiese qué hacer con él, que generase proyectos de centro y se arriesgase tb en tecnología… eso es lo que quiero.
En cuanto a de lo que no te puedes fiar, en mi tierra hay un dicho que dice “compra caro que soy pobre”…
Gracias de nuevo por participar. 🙂
Siento decirte que muy en desacuerdo con tu artículo, y más con el tono despectivo y hasta cierto punto despectivo que utilizas. Sí me gustaría formularte unas preguntas sobre dos de tus afirmaciones que me han dejado un tanto alarmado…
1.» los tablets son, muy seguramente, la mejor opción actualmente».Qué pasa!…no son tan válidos los smartphones,ni los netbooks, ni los notebooks… lleven el S.O que lleven???? En qué te basas para hacer una afirmación de ese calibre? Falta un poco de argumentación desde mi punto de vista.
2. ESTE SÍ que me ha dejado K.O….»en cuanto a uso de licencias GNU, software libre, etc. en el uso e implementación de dispositivos, recortando clarísimamente las potencialidades que presentan los dispositivos de este tipo».¿Podrías decirnos en que aspectos el S.L recorta las potencialidades de un tablet? porque realmente creo que no te has parado a reflexionar suficientemente en este punto¿Realmente eres conocedor de las altísimas potencialidades que tiene el software libre? Creo que no…
Un saludo
Buenas, también estoy dispuestos discutir. Y sobre el tono usado también.
Cuando digo que las tabletas son… y pongo entre comas, seguramente, es porque es una de las principales opciones. Personalmente si tuviese que introducir tecnología en el aula, sería lo que yo podría en vez de ordenadores cuando hablamos de varios. Pero no como única opción, sino como la opción principal en la que habría varios dispositivos (no uno por alumno sino uno por cada tres), pero también habría un ordenador y también varios raspberry Pi (que yo tengo) y seguramente habría espacio para usar los smartphones del alumnado, claro que si. Desde luego, la alternativa que considero menos óptima son los notebook (los miniportáties) que no son para nada la mejor, ni la primera ni diría que segundo tercera opción de hardware en el aula. Personalmente considero que tecnológicamente son un concepto muy superado y ni aportan nada que no tenga un buen tablet.
En cuanto al segundo punto, está claro que lo que digo es que existe software libre, GNU, etc muy muy interesante. El problema es cuando anteponemos el hecho de tener que usar dicho software o sistema operativo por encima de otras cuestiones. Por ejemplo… la curva de aprendizaje que tiene Audacity comparado con lo que nos partan muchas opciones de audio (gratuito o casi gratuito pero comercial) está muy por debajo. Y lo mismo pasa con prácticamente cualquier app que potencie los lenguajes no textuales. Lo que no quiere decir que no haya elementos a tener en cuenta, de hecho lo digo en el mismo articulo, pero desde luego (y trabajando con este tipo software y viendo las posibilidades que otorga ala alumnado) muy a mi pesar considero que el software libre no está a la altura de lo que está ofertando (en tablets y en ordenador de escritorio) para alumnado en el aula: video, stopmotion, presentación, cómic, música, etc. Creo que el software libre realiza una función encomiable pero no podemos anteponer (quedes mi verdadera crítica) el hecho de que TENGA QUE SER software libre para poder usarlo… y eso está pasando, por desgracia.
Si se hace una valoración a priori y el software elegido como mejor opción es, además, libre… estupendo, pero considero que ese debe ser el orden y no al revés.
Gracias por tu aportación, siempre es enriquecedor 🙂
1.-No soy de tu idea de que tecnológicamente los netbook son un concepto muy superado y ni aportan nada que no tenga un buen tablet.
Un tablet está pensado más para disfrutar de contenidos que para crearlos. Por eso, si con el dispositivo portátil lo que quieres es navegar por Internet, consultar el correo electrónico, ver videos y fotos ,escuchar música, visualizar y trabajar con ODEs la elección de un tablet podría ser válida. Pero si además quieres generar o modificar documentos, generar o modificar contenidos digitales, trabajar con Scratch, sentir la mecánica de las teclas a escribir (es más importante de lo que parece), trabajar con aplicaciones diseñadas para ordenadores de sobremesa y portátiles convencionales…y un montón de aplicaciones más, sin duda lo mejor es un netbook.
Otro punto muy importante por no decir crucial y al que no haces mención en ningún momento, es el presupuesto . En este momento un buen tablet resulta bastante más caro que un netbook, ya que estos se han popularizado y hay marcas que ofrecen modelos a precios muy competitivos. Y si ya hablamos de Ipad, que decir…
2.-Creo que para nada has profundizado en el S.L, pues a día de hoy hay prácticamente una respuesta a cada uno de los programas privativos más populares. Y si de Educación estamos hablando… ya me dirás tú que centro es capaz de soportar las innumerables licencias que genera el poder utilizar dicho software o S.O
3.-Lo que dice el compañero, de que “lo que hace la gente en un 75% de los casos es coger un paquete de ofimática y escribir… que el alumnado realice juegos en flash”, imagino será en modo sarcástico pues en los centros educativos, el uso de la ténología va en otro sentido muy distinto y bastante más ámplio.
4.-Cuando dices; “En cuanto al tema de que la administración tiene cierta “tendencia” a usar licencias creo que eso ha pasado, en educación, a mejor vida.”,creo que los dos sabemos, o deberíamos saber, que no es así…no hay más que ver los metadadtos que se generan en los documentos ofimáticos y que entre otras cosas nos demuestran que sigue trabajándose en gran medida con XP, lo que no deja de ser una temeridad con la cantidad de datos sensibles con los que se trabaja…y con paquetes de Office.
Un saludo
Tres cuestiones:
1º No voy a comentar la entrada de alguien como Xarxatic que hace el insulto su único argumento a lo largo de los años. Y me remito al historial de entradas de lo más variopinto. De esa entrada se desprende que o bien no la ha leído o no sabe leer. Argumentar que «no se salta a la arena» cuando se habla desee tipo de tecnología es querer mear fuera de tiesto, es no saber de lo que se habla y es -como nos acostumbra dicho blog- a hablar por hablar.
En mi caso, lo que sé hacer lo sé porque me lo he ganado en trinchera, en la arena, trabajando con alumnado todos los días… sé muy poquitas cosas pero las que sé las sé bien. Otros, que descalifican elementos tecnológicos y a sus usuarios por haber realizado una opción libre no sepultado en premisas de l tipo de software que ha de usarse, no pueden decir lo mismo.
2º He utilizado la palabra «ignorante» porque clarisimamente del artículo al que hago referencia, y sólo haciendo referencia al artículo (y pueden leerse los comentarios posteriores al mismo), se desprende que ignora las posibilidades. Por lo que es ignorante en esta materia. Será una experta en otras cuestiones, no lo dudo, pero en ese tema… no.
3º cuando hablo de la crítica a los tablets y en especial al iPad es que hay un especie de odio infantil hacia este dispositivo y hacia esa empresa que no acabo de entender, cuestión que he podido corroborar a lo largo de todos estos años impartiendo formación (formación que compagino con mi labor en el aula, por cierto).
4º hago referencia la software libre porque se están haciendo propuestas de software basadas exclusivamente en el hecho de que, imperativamente y reitero imperativamente, tiene que usarse este tipo de software sobre un tipo de hardware concreto, lo cual creo que es un tremendo error. Creo que las primeras preguntas han de ser otras y posteriormente pensar que opción tecnológica es la más adecuada, si se llega a esa opción estupendo, si no es así, tampoco creo que se rasgue el cielo.
5º en cuanto a porqué considero que los tablets son la mejor opción. Bueno, cerque un bien software sobre tablets y unas buenas apps reducen la curva de aprendizaje de forma muy determinante, generan un uso directo muy simple e intuitivo y permiten centrarse perfectamente sobre la experiencia educativa a realizar. En definitiva considero que son mucho más transparentes que otras opciones tecnológicas. Pero no son las únicas ni deben ser la únicas en el aula. deben convivir con otras opciones como los raspberry pi, como el make make, como algún ordenador, como los móviles avanzados… simplemente considero que, de tener que realizarse alguna inversión, los tablets son la mejor opción.
Pero bueno, que sea XarxaTIC el que venga a quejarse de tópicos facilones e insultos en un artículo es cuando menos curioso.
[…] ser analizado en profundidad por lo que se dice -y cómo lo hace- en el mismo. Un post titulado, ¿Cambian las tabletas la educación?, escrito por alguien muy conocido en los eventos educativos por prodigarse en los mismos. Algo que […]
[…] […]