Aprendizaje Emocional y Social

Aprendizaje Emocional y Social

SELTodo tiempo pasado fue mejor en cuanto a la educación… dicen.
Es más, una de las cuestiones que más aparecen en la conversaciones a cerca del tema educativo que solemos tener con personas no relacionadas directamente (indirectamente, cualquier padre está íntimamente más ligado a esto que muchos de los docentes … por desgracia) es la capacidad de aceptar la frustración.
Posiblemente sea cierto que en tiempos pasados la autonomía otorgada al alumnado, los que ahora tenemos sobre los 40 años, fuese mayor. Posiblemente la necesidad de nuestros padres de trabajar muchas horas y el hecho de ser una generación que se enfrentaba a estudios que, en muchos casos, no tenían nuestros padres nos hiciese “espabilar”.
Pero no es menos cierto que la situación actual es infinitamente más compleja que la nuestra, el aumento cuantitativo y cualitativo de fuentes de información, la cantidad de situaciones de interacción entre personas en medios que antes ni se imaginaban, la enorme cantidad de variables que existen hoy en día que nosotros no sufríamos y de las que no somos conscientes y que, en muchos casos, incluso se minusvaloran… no ayuda nada.
Quizás, hoy más que nunca, sea necesario replantearse qué es lo que debemos enseñar, tanto porque a nivel profesional lo van a exigir las complejas situaciones en las que van vivir nuestro alumnado, y además porque es necesario a nivel individual y como miembro de una tribu (familia, compañeros de trabajo, amigos próximos, amigos en la red,…).

  • El aprendizaje social y emocional viene a mostrar aquellas facetas a potenciar tan necesarias para una actitud positiva en la vida en todas nuestras esferas y que están íntimamente ligadas con algunas de las inteligencias: la intrapersonal y la interpersonal que, a su vez, están presentes en cualquier situación real laboral, social o personal.
  • Consciencia de uno mismo: La habilidad para reconocer adecuadamente nuestros sentimientos y emociones y como influyen en nuestro comportamiento. Lo que incluye conocer bien nuestras limitaciones y puntos fuertes y tener un buen grado de confianza en uno mismo y cierto optimismo.
  • Gestión de uno mismo: La habilidad para regular nuestras propias emociones, pensamientos y comportamientos en diferentes situaciones. Por ejemplo el control de los impulsos, el stress, la motivación intrínseca, y la capacidad de proponerse metas alcanzables por las que trabajar.
  • Consciencia de las relaciones sociales: la habilidad de tomar perspectiva y empatizar con personas de diversas procedencias. Aceptar diferencias culturales y normas de comportamiento. Y reconocer el apoyo que suponen las amistades, la familia y la escuela en el aprendizaje de los mismos.
  • Habilidades en las relaciones sociales: Establecer y mantener relaciones sociales sanas y satisfactorias. Esto incluye la capacidad de decir las cosas de forma directa y clara, una escucha activa, la cooperación, ser capaz de decir que no a ciertas presiones sociales. Y ser capaz de resolver situaciones conflictivas mediante el diálogo y ofrecer la ayuda cuando es necesario.
  • Toma de decisiones responsables: La habilidad para tomar elecciones respetuosas y constructivas sobre el propio comportamiento y nuestras interacciones sociales basándonos en parámetros éticos, de seguridad, normas sociales y la evaluación de las consecuencias de dichas decisiones hacia uno mismo y los demás.

Si realmente creen que esto no es necesario, es que no se ha entendido ni evaluado correctamente la problemática de nuestra sociedad actual y futura.

Extraído de CASEL

Manel Rives
Manel Rives
Docente que trabaja con diferentes tecnologías, e intenta ayudar al alumnado a potenciar su creatividad y a realizar sus proyectos mediante tecnologías audiovisuales con nuevos dispositivos. Apple Professional Learning specialist & LinkedIn Learning Author

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